El embarazo és una etapa de extraordinario desarrollo celular en el que los requerimientos de vitaminas y ácido fólico han de controlarse adecuadamente. Un desarrollo fetal sin el aporte necesario de ácido fólico puede exponer al recien nacido a deformaciones del tipo espina bífida y ocasionar una invalidez de carácter permanente. Los requerimientos de ácido fólico se incrementan como respuesta a la demanda de eritropoyesis y crecimiento fetoplacentario, así como por una excreción urinaria aumentada.
La carencia de ácido fólico en la gestante, puede producir anemia megaloblástica, e incluso si el padecimiento de esta deficiencia se da en las primeras 10 semanas de gestación, se ha llegado a asociar a la posibilidad de aumentar el riesgo de malformaciones congénitas fetales.
Una de las sensaciones más desagradables cuando empezamos a cambiar los hábitos hacia una dieta equilibrada y saludable es la sensación de hambre . Muchos de los pacientes del Método novaLine nos comentáis que tenéis una sensación de hambre constante y que es uno de los obstáculos más difíciles de superar.
Lo primero es saber diferenciar entre hambre física y hambre emocional.
¿ CÓMO PODEMOS EVITAR LAS TENTACIONES Y ENGAÑAR AL HAMBRE?
Vamos a abordar el tema desde dos puntos de vista: el mental o psicológico y el práctico: ¿qué podemos picar ?
Entre los recursos psicológicos que nos pueden ayudar a evitar tentaciones, se encuentran los siguientes:
Alejarnos físicamente de la situación de peligro, levantarnos de la mesa, salir a bailar, regalar nuestra ración... Eso sí, es importante que actuemos rápido, antes de que la tentación pueda con nosotros.
Racionalizar la situación, parar para analizar qué está ocurriendo y solucionarlo de forma “hipocalórica”: sirviéndonos agua, poniéndonos la ración en un plato pequeño: debemos volver a tomar el control de la situación.
Contar hasta diez antes de caer en la tentación; de esta forma podremos volver a controlar lo que comemos.
Interiorizar que un atracón no es un fracaso: hay que mantener la calma y volver siempre lo más rápido posible a nuestras pautas para perder peso. Ser flexible con nosotros mismos.
Pensar en refuerzos positivos: “ yo puedo con esto”, “ tengo que sortear al monstruo que llevo dentro”
Cuando tenemos una fiesta con comida apetecible, comer solo lo que realmente nos gusta mucho; si no es así mejor no lo probemos.
Interiorizar las situaciones que nos ponen en riesgo, saber cuáles son, ir aprendiendo con la experiencia.
Pedir ayuda a un experto, a los amigos, a la familia... si lo necesitamos.
Si al final hemos caído en una tentación muy sabrosa, no pasa nada, volver a nuestras pautas habituales lo más rápidamente posible.
Los cambios de hábitos no son fáciles de interiorizar en las primeras ocasiones. Es a base de repetir y repetir las cosas como se interiorizan. Por tanto, debemos insistir en las acciones bien hechas una y otra vez hasta que sean interiorizadas y reproducidas automáticamente.
¿QUÉ PODEMOS PICAR?
Agua: al llenar nuestro estómago con agua, ésta ocupa un gran volumen y nuestra mente no sabe si nuestro estómago está lleno de comida o de líquido, con lo que se mitiga la sensación de hambre.
Alimentos que contienen fibra. Por ejemplo, el glucomanano tomado con dos vasos grandes de agua se hincha en el estómago y da sensación de plenitud. Esta agua, tomada caliente, en forma de infusiones, provoca aún mayor sensación de bienestar y menos apetito.
La razón más antigua del vegetarianismo es, probablemente, la aversión a comer carne por razones éticas. Las personas sensibles se han cuestionado durante siglos la moralidad de matar a otras criaturas. Este punto de vista puede haber surgido a partir de una orientación religiosa, como la del hinduismo o el budismo, pero la mayoría de los vegetarianos éticos se opone a una innecesaria destrucción de la vida, independientemente de sus creencias religiosas.
Los vegetarianos por estética afirman que un plato de fruta es agradable a la vista, mientras que la vista y el olor de los animales muertos es desagradable.
La salud y la higiene han sido razones tradicionales para adoptar una dieta exenta de carnes , y tiene un mayor peso a medida que se descubre mayor toxicidad química en la carne y en el medio ambiente.