BIENESTAR EMOCIONAL

El bienestar emocional es un “estado de ánimo en el cual la persona se da cuenta de sus propias aptitudes, puede afrontar las presiones normales de la vida, puede trabajar productiva y fructíferamente y es capaz de hacer una contribución a la comunidad”

El bienestar emocional forma parte de nuestro estado de salud y hace referencia al equilibrio entre emociones, sentimientos y deseos. Tiene como base una autoestima saludable y una buena capacidad para afrontar el estrés y para regular las emociones, todo lo cual incide en el mantenimiento de una buena salud mental y, a su vez, en un buen estado de salud física.
En las primeras etapas de la vida, el bienestar emocional se relaciona directamente con el establecimiento de unos vínculos afectivos seguros y, especialmente en la adolescencia, tiene que ver con la construcción de una identidad saludable, lo que implícitamente conlleva la aceptación de la imagen corporal.
Los componentes del bienestar emocional son la autoestima, la capacidad para afrontar la adversidad o resiliencia (resiliencia, capacidad de adaptación, flexibilidad para aprender cosas nuevas, así como sentido del humor, son conceptos íntimamente relacionados con el de bienestar emocional y, en último término, con la felicidad), la capacidad para afrontar el estrés y la capacidad para la regulación emocional. Todos estos elementos pueden ser desarrollados desde la promoción de la salud mental, ayudando de esta manera a la adquisición de las destrezas necesarias en cada etapa de la vida.

¿Cómo cuidar el estado emocional?

DisfrEqulilbrio emocionalutar de bienestar emocional no significa la mera ausencia de alguna patología mental, es mucho más que eso. Significa no estar afectado por una enfermedad depresiva, un trastorno de ansiedad, un trastorno de personalidad, una neurosis o una psicosis; pero además el bienestar emocional implica sentirse bien con uno mismo y con los demás.
El bienestar emocional habla de construir y mantener relaciones positivas, duraderas y satisfactorias, y sobre todo tiene que ver con una actitud optimista ante la vida.

El bienestar emocional está relacionado de manera muy directa con la autoestima, con la confianza en uno mismo, con la capacidad para afrontar situaciones estresantes y buscar soluciones y con la capacidad para recuperarse de la adversidad.
Las personas que gozan de bienestar emocional son capaces de manejar sus emociones y, por el contrario, no se dejan arrastrar por estas reacciones afectivas casi instantáneas ante un estímulo. La buena salud emocional de una persona se pone de manifiesto por la capacidad para no dejarse atrapar por los estados de ánimo negativos ni dejarse dominar por las preocupaciones.
Si una persona posee serenidad mental, proyectará este bienestar también a nivel corporal, ya que un menor estrés y una mejor calidad de descanso proporcionan evidentes beneficios para la salud en general.

¿Cómo lograr el equilibrio emocional?

La salud mental positiva se manifiesta cuando existe un equilibrio entre nuestros deseos y realidades, vivimos armónicamente con nuestro entorno y con nuestras posibilidades psíquicas, físicas y económicas. Es decir, nos acercamos al equilibrio emocional cuando hemos aceptado que tenemos limitaciones (de salud, de integración social, etc.) y hemos logrado una adaptación sana a nuestra realidad. Esto no supone una acomodación a nuestras deficiencias, sino más bien un intentar crecer, pero desde la propia realidad de cada uno.

Por esto podemos afirmar que la salud mental es un ‘equilibrio inestable’, que se puede perder y también recuperar.

¿Qué alimentos pueden ayudar a un buen estado emocional?

alimentos que dan felicidad

Ácidos grasos omega-3: Mejoran la salud cardiaca al reducir el colesterol ‘malo’ en el organismo y aumentar el colesterol ‘bueno’, además, también han mostrado ser prometedores para mejorar la salud mental. En algunos estudios, las personas que tomaron suplementos de omega-3 informaron de mejorías en su estado de ánimo. Los investigadores piensan que estos ácidos grasos podrían afectar a la forma en la que el cerebro envía señales a todo el organismo. Los encontramos en Salmón, arenques, sardinas y caballa, Semillas de lino, Aceite de linaza y Nueces.
Triptófano: Es un componente estructural de las proteínas, un aminoácido, que el organismo necesita para producir un componente químico llamado serotonina. Las personas que tienen depresión a menudo tienen niveles bajos de serotonina. Las investigaciones han examinado el uso de triptófano para tratar la depresión pero no existe aún evidencia científica suficiente para recomendar su uso en este sentido. Alimentos ricos en triptófano son la Carne roja, el Pavo, los Productos lácteos y la Soja.
Magnesio: Es un nutriente que ayuda al organismo a producir energía. También ayuda a los músculos, arterias y al corazón a funcionar de forma adecuada. Algunos investigadores están estudiando si los pacientes que toman un aporte suplementario de magnesio se recuperan más rápido de la depresión. Nos aportan magnesio Vegetales de hoja verde, Frutos secos y Aguacates.
Ácido fólico y vitamina B-12: Son vitaminas del grupo B que juegan un importante papel en el metabolismo, el ritmo de los procesos orgánicos, y la producción de células de la sangre. Se asocian además con unos componentes químicos denominados dopamina y noradrenalina. En muchos casos, las personas con depresión no tienen niveles suficientes de estos químicos. Aumentar los niveles de una persona de ácido fólico y vitamina B-12 podría aumentar su respuesta ante medicamentos para tratar la depresión. Encontramos Ácido fólico en: Verduras de hoja verde y Frutas. Y Vitamina B-12 en: Pescado y moluscos, Carne y Productos lácteos.

 

http://www.20minutos.es/noticia/2134224/0/dieta-estado-animo/alimentos/bienestar/#xtor=AD-15&xts=467263
http://www.cuidatusaludemocional.com/equilibrio-emocional.html
http://cuidatecv.es/vida-saludable/bienestar-emocional/

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