Los meses fríos invernales favorecen las condiciones ambientales que promueven la propagación de ciertos virus que podrían causar infecciones respiratorias. Por tanto, disfrutar de un buen sistema inmunitario es clave para hacer frente, de una manera satisfactoria, a todas estas amenazas típicas del invierno. Fortalecer nuestro sistema de defensa depende en gran medida de lo saludable que esté nuestra microbiota intestinal, siendo el factor que más influye en ella, la manera en las que nos alimentamos.

Después del verano, con mucho calor, las vacaciones, los horarios más flexibles, el placer de las frutas y hortalizas de esta época del año, llega el otoño.  Estación más fresca y lluviosa, con días más cortos y menos luz. El otoño nos trae la vuelta al colegio de los niños y la rutina de trabajo para los adultos. Con nuevos propósitos, como la buena alimentación y hacer ejercicio. Y también los resfriados y catarros con el frío.
Con la primavera llega el calor, el buen tiempo y las ganas de cuidarse. ¡Nueva estación, nuevos alimentos de temporada!
Con el frío del invierno solemos hacer pequeños cambios en nuestra alimentación, por eso vamos a ver la mejor manera de realizar esos cambios para obtener todos los beneficios de una buena nutrición.

La primavera es la época de las alergias, y con ello de problemas respiratorios comunes y astenia o cansancio continuado.

Ya estamos en otoño, época del año responsable de dejarnos esos bonitos colores cálidos en los paisajes y llenar de hojas nuestras calles, así como también característica por la bajada de temperaturas, disminución notable de horas de luz  (que el cambio de hora acentúa más todavía..) y de energía en general, que suele desembocar en catarros típicos otoñales; pero sobre todo, es época de un montón de alimentos que precisamente, nos van a ayudar a afrontar todo esto con fuerza, energía y salud.
Acaba de empezar el verano, y con él llegan las vacaciones, la playa y el calor. Esto hace que cambie nuestra forma de alimentarnos y puede llevar a desequilibrios o excesos en nuestra dieta, que se traduzcan en un aumento de peso. Para evitarlo, debemos aprovechar que en verano tenemos gran cantidad de frutas y verduras, y será bueno priorizar estos alimentos de temporada. Hay varios consejos que podemos seguir en esta época del año:
¿Sabéis por qué es importante consumir los alimentos característicos de cada época del año? Aquí os detallamos algunas razones que os convencerán de que esta es la mejor opción:
Seamos conscientes de que hay que comprender a la naturaleza para adaptar nuestra alimentación según las distintas épocas del año. En invierno, nuestro cuerpo, se tiene que ajustar a la falta de sol y a las bajas temperaturas. Es una estación en la que hay que afrontar bajadas de defensas y por lo tanto mas facilidad de coger catarros.
En primavera existe un aumento de la radiación solar y una serie de cambios meteorológicos que afectan a nuestro organismo. En consecuencia, se producen ciertas hormonas para hacer frente a esos cambios. De ahí la expresión de la primavera, la sangre altera.