COLÁGENO, PIEL Y ALIMENTACIÓN: UN TRÍO FUNDAMENTAL PARA LA SALUD

El colágeno es la proteína más abundante en el cuerpo, que se encuentra formando parte de todas las estructuras corporales como son la piel, los huesos,  músculos, articulaciones, ligamentos y tendones. Las fibras de colágeno, junto con las elásticas y las reticulares conforman las fibras de la dermis, que a su vez se agrupan y son las responsables de la elasticidad y resistencia de la piel. 

Aunque el cuerpo humano produce colágeno de manera natural, a medida que se cumplen años, se pierde la capacidad de sintetizarla. Y no hay que ser muy mayor. Se estima que esto empieza a suceder a partir de los 25-30 años. A partir de entonces, los signos visibles no se hacen esperar: comienzan a aparecer las primeras arrugas, la piel pierde elasticidad y tersura y las articulaciones, movilidad, entre otras.  Pero es después de los 40 cuando la disminución se hace mayor y, a partir de los 60, drástica, pues se estima que se reduce hasta un 30% anualmente.

Para que el cuerpo pueda fabricar las estructuras de colágeno, necesita otros nutrientes además de las proteínas de la dieta, ácidos grasos esenciales, antioxidantes, vitaminas y minerales.

Los alimentos ricos en colágeno son:

ALIMENTOS RICOS EN ANTOCIANIDINAS

Las frutas ricas en antocianidinas están presentes en las fuentes de alimentos de color rojo y morado oscuro, como las cerezas, arándanos, frambuesas y moras, que protegen contra los radicales libres, aumentan los niveles de vitamina C en las células, y ayudan a prevenir la destrucción de colágeno en la piel y el tejido conectivo.

ALIMENTOS RICOS EN VITAMINA C

La vitamina C es una vitamina importante en la producción de colágeno, para mantener la piel firme y saludable, y se puede encontrar en naranjas, pomelos, limones, fresas, tomates, pimientos y brócoli entre otros.

ALIMENTOS RICOS EN PROLINA Y LISINA

La lisina la puedes encontrar en carnes magras, pescado, legumbres y lácteos desgrasados, y la prolina en la clara de huevo y en el germen de trigo. La lisina es un aminoácido esencial y debe ser obtenido a través de los alimentos; la prolina, por otro lado, es un aminoácido no esencial, que puede ser fabricado en el cuerpo.

SOJA Y DERIVADOS

La soja y sus derivados, como el tofu, tempeh y la leche vegetal de soja, puede contribuir a la formación de colágeno en la piel, tendones y ligamentos.

ALIMENTOS RICOS EN COBRE

El cobre ayuda en la formación del colágeno en el cuerpo, por lo que resulta beneficioso aumentar el consumo de alimentos ricos en cobre, como vísceras, hígado, mariscos, ostras, verduras de hojas verdes, nueces y legumbres.

ALIMENTOS RICOS EN OMEGA 3

como el salmón y los pescados azules, anchoas, emperador pero también frutos secos como las almendras o los anacardos. El aceite de linaza contiene una gran proporción de ácidos grasos omega 3. Puedes usarlo en ensaladas como aderezo.

Azufre aparece en las aceitunas, apio y pepinos. Las verduras que contienen vitamina A y azufre mejoran la renovación del colágeno. En general todos los alimentos ricos en proteínas como carne roja, huevos pero también los espárragos, la cebolla o la coliflor.

Vitamina A puedes juntarla con azufre e impulsar aún más la producción. Los productos que la contienen son leche, calabaza, melón, batatas que aquí las conocemos como boniatos. Puedes asarlos y salen buenísimos.

Y por último, algo que seguro que te gusta… el chocolate negro. Este producto vuelve loco a media humanidad y es genial porque es un gran antioxidante. Los últimos estudios en Alemania han mostrado que protege contra los rayos UVA UVB, así que ahora puedes comerlo con u poco menos sentimiento de culpa. Eso sí, recuerda que lleve poca azúcar.

Si bien la ingesta de una dieta equilibrada es eficaz para potenciar el colágeno, también somos capaces de agotar los niveles de colágeno con una deficiente alimentación y hábitos de vida.

Existen una serie de causas comprobadas que debemos evitar porque afectan a la destrucción  del colágeno en el organismo:

Altos niveles de estrés puede provocar la rápida degradación del colágeno.

Alto consumo de azúcar. Mucho azúcar en sangre favorece el proceso llamado glicación, este consiste en la unión del azúcar y proteínas para formar nuevas moléculas afectando al buen estado del colágeno, aumentado la velocidad del envejecimiento de la piel.

No es nuevo decir que el tabaco es muy perjudicial para la salud; en este caso las sustancias químicas del humo, más la nicotina, dañan el colágeno y le elastina de la piel (proteína del tejido conjuntivo). También se ha comprobado los efectos negativos de fumar para los vasos sanguíneos de las capas externas de la piel.

Luz del sol. Los rayos ultravioleta son nefastos para la piel y son uno de los culpables más comunes de diferentes tipos de cáncer. Exponerse más de lo debido o sin protección al sol, afecta directamente a la anteriormente mencionada elastina, corrompiendo su estado y función en los procesos de nuestro organismo, dañando la correcta producción de colágeno.

 

Eva Mª Illanes Vázquez
evaillanesnovaline@gmail.com