Cómo cuidar la memoria en la edad avanzada

La pérdida de memoria se caracteriza por la aparición de pequeños despistes, o la dificultad para rescatar recuerdos muy recientes o pasados. Los recuerdos pueden ser almacenados a corto o largo plazo, según la importancia que le demos a ese recuerdo. Y nuestra memoria trabaja 24 horas al día, por lo que es normal que con el paso de los años el cerebro y nuestras neuronas se deterioren. Aún así, tener una edad avanzada no significa tener que ir perdiendo memoria con el paso de los años, de hecho, según un estudio canadiense, conforme nos hacemos mayores se produce un cambio en el enfoque de nuestra actividad cerebral, es decir perdemos interés por los detalles externos, y nos centramos más en nuestro interior. Esto significa que no es que disminuya nuestra función cerebral, sino que nuestro cerebro cambia la importancia de unos recuerdos sobre otros (Natasha Rajah, directora del Centro de Imágenes del Cerebro del Instituto Douglas de la Universidad McGill, Canadá).

Otros estudios afirman que lo que afecta a la pérdida de memoria no es la edad, sino la falta de ejercicio mental, por eso hay muchos jóvenes que sufren pequeñas pérdidas de memoria, como dónde aparcaron el coche por última vez, o qué cenaron la noche anterior.

Recomendaciones para mantener la memoria

  • Organiza tu vida. Para ello es importante valorar qué información es la verdaderamente útil en nuestra vida, y mantener un orden y un sitio fijo para cada cosa. Por ejemplo, si siempre dejo las llaves en un sitio fijo de la casa, será más difícil de olvidarme dónde las puse por última vez. También puede ayudarnos tener una agenda o un libro de notas donde apuntemos las citas o eventos importantes que tengamos.
  • Realiza ejercicios mentales. Realizar pasatiempos, sopas de letras, leer…..todo ello puede ayudarnos a fortalecer nuestra memoria, al igual que para fortalecer nuestros músculos se recomienda practicar ejercicio físico.
  • Sueño de calidad. Dormir poco y mal hará que estemos más cansados y suframos pérdidas de concentración incluso en las cosas más cotidianas de nuestro día a día.
  • Fuera estrés. Los niveles altos de cortisol se asocian a pérdidas de memoria. Realiza paseos por el campo o la playa. La práctica de yoga, pilates o cualquier disciplina que nos ayude a parar y respirar nos puede ayudar a liberar estrés.
  • Aliméntate bien. Durante esta etapa es importante tomar alimentos ricos en vitamina C (frutas cítricas como la naranja o el kiwi, mango, fresas, piña, frambuesas….), fósforo (salmón, huevo, chocolate, lácteos, carnes), omega 3 (frutos secos, pescado azul, aceites vegetales, semillas) y ácido fólico (verduras de hojas verdes, huevo, frutos secos, legumbres).
  • Suplementación. El polvo de raíz de aswagandha (Withania somnifera) es una de las principales plantas utilizada en medicina ayurvédica. Diversos estudios han demostrado que mejora la memoria y reduce la confusión. La cúrcuma contiene curcumina, un potente antiinflamatorio natural que además protege a las neuronas. El ginkgo (Ginkgo biloba) es una de las especies de árbol vivo más antiguo. Rico en flavonoides, presenta propiedades antioxidantes, y los terpenoides ayudan a mejorar la circulación cerebral.

BIBLIOGRAFÍA

https://mejorconsalud.com

https://www.cuerpomente.com

https://cuideo.com

Inma Ávalos
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