CÓMO LLEGAR SALUDABLE A LA EDAD AVANZADA

Todos tenemos claro que cuanto más nos cuidemos y avancemos con la edad de forma saludable, mejor estaremos física y mentalmente. Llevar una alimentación saludable y practicar ejercicio físico a lo largo de nuestra vida, hace que cuando lleguemos a una edad más avanzada, nuestro cuerpo sea capaz de trabajar y reaccionar en buenas condiciones, a los nuevos cambios que se producen en el organismo. Estos afectarán a nuestro metabolismo, al sistema circulatorio, sensorial, gastrointestinal, neurológico, inmunológico y también a nuestras necesidades energéticas.

Todos estos procesos nos van a acompañar a lo largo de nuestra vida, por eso, es importante que según avanzamos en ella, seamos capaces de cuidar lo que ocurre en nuestro cuerpo. Y no nos podemos olvidar de que también se producirán cambios socio-afectivos y culturales.

De esta forma, vemos que somos un conjunto de parte física, mental, emocional, psicológica y cultural. La alimentación está muy relacionada con todas ellas. Si al alimentarnos también somos capaces de nutrirnos, afrontaremos la vida con sus “detalles” de la mejor forma. Que nuestro cuerpo tenga los nutrientes necesarios en cada etapa de su vida es muy importante para su desarrollo.

Es necesario individualizar los requerimientos energéticos ya que varían en función de la edad, sexo, actividad física, enfermedades y otros factores. En términos generales, para evitar la desnutrición, en la edad avanzada, es aconsejable una ingesta de 1200 kcal. conteniendo todos los grupos de alimentos para evitar deficiencias. Asegurar el aporte adecuado de proteínas en personas con enfermedades crónicas y en ancianos que viven solos, es importante. La recomendación habitual en adultos es de un 10-15% del valor calórico total, aproximádamente 1gr/kg/día, al igual que para los demás adultos. Los estados de carencia pueden verse reflejados en alteraciones cutáneas, edemas, fatiga, etc. que pueden empeorar o alterar el estado de salud de los ancianos.

Los requerimientos de carbohidratos deben estar alrededor del 45-50% del aporte calórico, aunque debido a que muchos ancianos tienen problemas con el azúcar, se recomienda que los alimentos sean con un alto contenido en carbohidratos complejos y fibra ( cereales integrales, legumbres, verdura y fruta).

Las grasas que mejor podemos incorporar a nuestra dieta son el aceite de oliva, los pescados y frutos secos. En cuanto al aporte requerido sería de un 30-35% del total.

salud en la tercera edad

Para los minerales y vitaminas, la mejor forma de obtenerlos es introducir verduras, fruta y frutos secos como mínimo 5 al día, y que sean variadas, para garantizar el aporte de todos los nutrientes.

En cualquier caso, no es necesario un cambio de alimentación a esta edad, si nos mantenemos sanos y con actividad normal, serían las mismas recomendaciones que para un adulto sano, con las precauciones y cuidados que hemos tenido hasta ahora.

Que nuestra alimentación sea equilibrada, va a estar muy relacionada con lo variada que la hagamos, hemos de procurar tomar alimentos de todos los grupos nutricionales, de esta forma, es más probable que se tomen las cantidades adecuadas de todos los nutrientes que el cuerpo necesita para su correcto funcionamiento.

Por último, se aconseja que se reduzca el consumo de carnes rojas, grasas saturadas, alcohol, tabaco, hidratos de carbono de alto índice glucémico, la sal y condimentos.

Y lo mejor como siempre, poner ganas a la vida, tener ilusión por compartir y estar activos tanto física como mentalmente.

 

BIBLIOGRAFÍA:

Guía de alimentación y salud Uned.

 

 

Isabel Cano
i.cano@novadiet.es