El cromo, la diabetes y el alzheimer

La forma más común de demencia, la enfermedad de Alzheimer, podría estar muy relacionada a otro trastorno muy común en la vejez: la diabetes tipo 2.
Esa es la conclusión de un equipo de científicos que ahora intentará probar si la hormona insulina, o fármacos que mejoren su producción, podría ayudar a los pacientes que sufren Alzheimer.


La investigación -publicada enProceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), (Actas de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos), fue llevada a cabo por científicos de la Universidad de Northwestern, en Chicago, y la Universidad de Río de Janeiro, Brasil.
Los expertos afirman que el hallazgo podría conducir al desarrollo de nuevos tratamientos contra la enfermedad.
«Lo que descubrimos fue que la insulina puede tener un efecto de protección en las neuronas» explicó a la BBC el doctor William Klein, de la Universidad de Northwestern en Chicago, quien dirigió el estudio.
«Las protege contra los daños tóxicos de una proteína que provoca pérdida de memoria en la enfermedad de Alzheimer» señala el investigador.

DIABETES TIPO 3
La relación entre la insulina y los daños cerebrales ha sido objeto de investigaciones desde que científicos encontraron evidencia de que la insulina tiene actividad en el cerebro.
El nuevo estudio, como explica el doctor Klein, analizó los efectos de la insulina sobre un grupo de proteínas llamadas ADDL (ligandos difusibles derivados de amiloide beta), que forman placas en el cerebro de los pacientes con Alzheimer y causan daños.

«Desde hace un año comenzamos a investigar el efecto de la insulina en el cerebro» afirma el doctor Klein. «Fue entonces que nos dimos cuenta de que estas sustancias tóxicas que causan Alzheimer hacían a las neuronas resistentes a la insulina».
«Y esencialmente éste es una diabetes tipo 3, en la que el cerebro se vuelve resistente a las señales de esta hormona», expresa el investigador.
El doctor Klein cree que un medicamento que mejore la sensibilidad del cerebro a la insulina podría conducir a una nueva forma de tratar la enfermedad de Alzheimer.
Los científicos creen que las toxinas de las ADDL atacan a las neuronas de forma muy específica.
Es decir, solo llegan a adherirse a sitios muy particulares de las neuronas y una vez adheridas causan daños en la sinapsis (el proceso de comunicación) entre las neuronas.
«Lo que ocurre con la insulina es que ésta logra disminuir dramáticamente la capacidad de adherencia de las toxinas ADDL en las neuronas», dice el doctor Klein.
En efecto, los científicos saben que la gente con diabetes tiene un mayor riesgo de desarrollar Alzheimer y que la insulina afecta la forma como funciona el cerebro.
Pero la investigación, afirman los expertos, ofrece nueva evidencia de que quizás es posible tratar la enfermedad como una forma de diabetes cerebral.
«Creo que es un hallazgo muy emocionante -dice el doctor Klein- y varios laboratorios ya están persiguiendo en estos momentos esta línea de investigación»
Una de las bazas que pueden ayudar a la diabetes, y por la tanto al alzheimer, es el cromo.
El cromo es un micromineral que puede beneficiar a los que desean perder peso, ya que ayuda a metabolizar las grasas corporales y los azúcares. Los deportistas que desean ganar musculatura y perder peso tienen en el cromo un mineral útil.
Entre la población existe un elevado índice de personas que padecen el síndrome X, este síndrome se caracteríza en que el organismo ofrece una resistencia a la insulina y por una obesidad abdominal. Se calcula que el 25% de la población lo padecen sin saberlo. Con esta enfermedad, el organismo no regula correctamente la glucosa con lo que, el páncreas segrega cada vez más insulina. Con esta enfermedad se aumenta el riesgo de padecer una enfermedad coronaria y la diabetes.
El organismo utiliza el mineral del cromo para metabolizar los azúcares y las grasas, de aquí que sea un mineral que puede ayudar a adelgazar y a que la insulina proveída por el páncreas actúe adecuadamente. De otro modo, la ausencia o deficiencia del cromo resta eficacia a la insulina, dando lugar a enfermedades como la diabetes mellitus, enfermedades cardiacas y a la obesidad. La ingesta del mineral del cromo hace disminuir los índices del colesterol.
Respecto a las personas que ya padecen una diabetes del tipo 2, la ingesta del mineral del cromo, les ayuda a mejorar los niveles de glucemia, de insulina y del colesterol.
La glicina, la niacina, el ácido glutámico y la cistina favorecen la absorción del mineral cromo en el organismo.
Por el contrario, los aditivos y una dieta rica en azúcares disminuyen los niveles de cromo en el organismo.
Los síntomas que nos pueden hacer intuir una deficiencia del mineral del cromo son : necesidad de comer con frecuencia, exceso de sed, nivel de triglicéridos en la sangre, bajos niveles de azúcar en la sangre, mareos e irritación tras varias horas sin comer, adormecimiento.
Los especialistas de la alimentación recomiendan una ingesta diaria de 100 mcg, y en casos de terapia aumentar a 200 mcg. Un consumo elevado es perjudicial para la salud.
En los suplementos vitamínicos mineralizados nos podemos encontrar otros nombres para llamar al mineral del cromo como son: polinicotinato de cromo y picolinato de cromo.

HÁBITOS DE CONSUMO
Las principales fuentes de cromo son cereales integrales, semillas, frutos secos, levadura de cerveza, aceites vegetales, patata  con cáscara, cebolla, lechuga, pimienta negra, almejas, zanahoria, lechuga, brócoli, queso, huevo e hígado. Se calcula su consumo ideal entre 50 y 200 microgramos al día en personas adultas, mismos que se obtienen a través de una dieta equilibrada.
Sin embargo, también debe considerarse que el hombre contemporáneo, debido a sus hábitos, puede padecer deficiencias a temprana edad, pues los procesos de refinamiento de alimentos eliminan entre 75 y 80% del mineral contenido naturalmente; además, en el proceso digestivo se absorbe menos del 2%.
Por ejemplo, el proceso de fabricación de harinas refinadas, tan utilizadas en la elaboración de pan o pastas, elimina la cascarilla de cereales como centeno, trigo o arroz integral, que es donde se localiza la mayor cantidad del mineral. En este sentido, investigaciones recientes sobre obesidad realizadas en Estados Unidos demuestran que 9 de cada 10 personas tienen deficiencias de cromo, razón por la cual la mayoría de los habitantes de esta nación presentan sobrepeso.

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Yolanda Del Moral
ydelmor@gmail.com