EL CUIDADO DE NUESTROS MAYORES

Un buen estado nutricional es necesario para mantener una salud óptima y evitar el desarrollo de enfermedades cuyas manifestaciones en la edad avanzada pueden complicar el envejecimiento fisiológico.

Debido al proceso normal de envejecimiento se producen cambios en el cuerpo humano, que unidos a factores individuales y generales pueden influir negativamente sobre la ingesta, la absorción o la utilización de los nutrientes, determinando las necesidades de los mismos.

A medida que el cuerpo envejece se produce una pérdida progresiva de masa corporal magra, disminuyendo particularmente la masa muscular. Además, aumenta el porcentaje de grasa que envuelve los órganos y disminuye la grasa subcutánea.

Estos cambios también se ven influidos por la actividad física y por la dieta. El aporte energético de una persona en edad avanzada debe estar en consonancia con el grado de actividad física y debe ayudar a mantener el peso corporal.

Los Carbohidratos deben representar el 50%-60% del total de calorías predominando los Carbohidratos complejos. La Fibra debe estar representada en una cantidad de (25 grs/día) para asegurar la motilidad intestinal. Las personas en edad avanzada son más susceptibles al estreñimiento.

El Azúcar se recomienda en una proporción de un 10%-15% de la energía y la proporción de grasa de la dieta debe ser entre el 30-35% del total calórico. La mejor manera de conseguirlo es evitando alimentos fritos y grasos.

Las Proteínas se recomiendan en cantidades de 0,8 grs/kilo/día y un mínimo de 12% del total calórico, estas necesidades se cubren en las mujeres con 100 grs de pescado, carne o pollo, más 50 grs de queso. En varones 150 grs de carne, pollo, pescado y 50 ml de leche o 75 grs de queso.

Las Vitaminas se deben consumir en dos o más raciones diarias de verduras y frutas. En caso de problemas de masticación, se pueden tomar en puré o cremas en el caso de las verduras y en zumos en el caso de las frutas. Para mantener la cantidad correcta de vitamina D se recomienda exposiciones diarias al sol y en los Minerales se debe destacar el Calcio y el Hierro. La mejor forma de conseguir un aporte correcto de Calcio es consumiendo dos o tres raciones diarias de leche, queso o yogur. La falta de hierro en las personas de edad avanzada suele estar relacionada con pérdidas crónicas asociadas con hemorragias a menudo digestivas y no por causas de anemia ferropénica relacionada con la nutrición.

El Agua es necesaria para evitar estados de deshidratación. La sensación de sed disminuye en personas de edad avanzada. Es recomendable que las personas de edad avanzada beban al menos 1,5 litro de agua al día, unos 30-35 ml/kg de su peso corporal y esta se puede tomar en forma de agua pura o pueden usarse otras bebidas que puedan resultar más apetecibles como sopas, zumos o productos lácteos.

Recomendaciones

  • Los menús deben ser sencillos y fáciles de preparar.
  • Se deben realizar entre 5 o 6 comidas al día.
  • Los menús deben ser vistosos para que estimulen el apetito.
  • Deben ser de fácil masticación y digestión.
  • Es conveniente limitar las grasas y azucares.
  • El menú debe contener la presencia de todos los nutrientes, evitando los que proporcionan calorías vacías (dulces, salsas).
  • Se debe estimular la toma de agua y moderar el consumo de café y bebidas excitantes.

 

Bibliografía:

Nutrición y Dietética (La Enfermería Viva). Autores: Carmen Martín Salinas, Teresa Motilla Valeriano. Joaquina Díaz Gómez. Pilar Martínez Montero.

Mayte Morales
maytemoralesalfaro@hotmail.com