El kebab, una bomba calórica

Tienes ganas de comer algo rápido y tienes dos opciones: el clásico Big Mac de McDonalds, una hamburguesa cuya carga calórica ha dado lugar hasta a un documental de denuncia -Super size me- o un kebab, un bocadillo tradicional turco con cordero y abundante ensalada. ¿Cuál es lo más sano? Pues, aunque parezca mentira, la hamburguesa, que tiene casi la mitad de calorías.


El doner kebab, que va ganando adeptos en España, contiene «sorprendentes» niveles de sal y grasa y, en ocasiones, carne distinta a la que figura en los ingredientes.

Un estudio realizado por responsables de la agencia alimentaria británica (LACORS) indica que el kebab medio tiene un 98 por ciento de la cantidad de sal diaria recomendada para una persona, ronda las 1.000 calorías (la mitad de las que necesita al día una mujer) y casi el 150 por ciento del máximo diario permitido de grasa saturada.

En los peores casos, el kebab superaba las 1.990 calorías (sin contar la ensalada y las salsas que se le suelen añadir) y casi el 350 por ciento de la grasa saturada recomendada en un solo día.

Por su parte, según McDonalds, su hamburguesa estrella tiene una carga calórica de 570 calorías.

Geoffrey Theobald, presidente de LACORS, ha declarado que aunque nunca se hubiera pensado en el kebab como parte de una dieta baja en calorías, «el nivel de sal y grasa saturada observado en algunos de los controles es una causa seria de preocupación». También indicaba que «algunas personas pueden pensar que al consumir un kebab pequeño están cuidando su dieta, pero este estudio muestra que hay muy poca diferencia entre unos y otros en función de su tamaño».

En su trabajo se llevaron a cabo análisis sobre 494 kebab recogidos por inspectores de 76 agencias públicas de todo el país, y se vio que una parte considerable de la información nutricional sobre este alimento era incorrecta.

El 35 por ciento de las etiquetas de la carne utilizada para el relleno se referían a otra diferente a la que se utilizaba en el kebab. Seis de ellas contenían carne de cerdo a pesar de estar clasificadas como «halal» (apto para musulmanes).

Theobald ha calificado como «totalmente inaceptable» que personas con una determinada fe compren una carne que se supone que está comercializada como Halal -la que respeta las tradiciones musulmanas- y terminan comiendo algo que va en contra de sus creencias

Fuente: dietas.com

Cesar es ahora: Domesticus McFly
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