Época de robellones

El níscalo, de nombre científico Lactarius deliciosus, es un hongo comestible. Es muy común en España y crece en pinares y bosques mixtos. Su seta, o cuerpo fructífero, aflora en otoño, y es muy apreciada en gastronomía

Su carne es densa y compacta, con olor suave y dulzón el sabor en crudo es algo amargoso al final. Al corte desprende un látex de color naranja. Se oxida rápidamente, adquiriendo un color verdoso cardenillo cuando envejece o al pasar algunas horas de su recolección. Uno de sus colorantes se elimina por el riñón después de haberla comido; por ello la orina se torna de un color que puede asustar al que no sabe la causa.

Son un alimento con una excelente fama y su calidad va disminuyendo a medida que pasan los días. Por ello, es necesario encontrar un buen método de conservación. Algunas sugerencias son:

  •  Hacer una vinagreta y, de esta manera, mantenerlos.
  • Condimentarlos con perejil y ajo e introducirlos en un bote.
  • Los hervimos al baño María y así pueden preservarse sin problemas hasta un año entero.

El mejor método es congelarlos. Para ello, los herviremos antes durante tres minutos aproximadamente. La finalidad es que una vez que los saquemos del congelador no se tornen negruzcos

UNA RECETA FÁCIL Y RICA CON ROBELLONES:

– PREPARACIÓN:

Limpiarlos bien con un trapo húmedo, cortarles el rabito.
Poner en la bandeja del horno un poco de aceite de oliva, y colocar los robellones bien amontonaditos, pues tal como se van haciendo, menguan bastante de volumen. Salar ligeramente por encima con la sal ligeramente gorda.

Programa menú “horno” 15 minutos.

Mientras tanto en un mortero picamos los ajos y el perejil y le añadimos un buen chorrito de aceite.

Echar con una cucharadita la picada de ajo, aceite y perejil, cerrar y programa manual 10 minutos más.
Servir bien calentitos con un poco más de sal si hiciera falta.

 

 

Yolanda Del Moral
ydelmor@gmail.com