MENOPAUSIA: QUÉ SUPONE Y QUÉ PUEDO HACER

La menopausia es la etapa de transición en la vida de la mujer en la que se produce una reducción en la producción de hormonas sexuales, y como consecuencia, de la capacidad reproductiva y que se manifiesta con el cese de la menstruación. Suele producirse entre los 48 y los 55 años aunque puede ocurrir antes de los 40 años, en lo que denominamos menopausia precoz.

La OMS ha marcado unas categorías que describen la transición de la menopausia, y estas son:

  • Pre-menopausia: Tiempo que precede a los cambios observables.
  • Perimenopausia: Tiempo que transcurre desde la primera indicación de irregularidad menstrual hasta el fin de la menstruación, con un rango de 3 a 9 años.
  • Post-menopausia: Tiempo posterior al último periodo menstrual.

 

Puesto que es una transición que se alarga en el tiempo, se pueden observar síntomas o cambios a corto, medio o largo plazo. Las primeras manifestaciones son:

  • Alteraciones neurovegetativas (sofocos) los cuales suelen presentarse con mayor frecuencia por la noche, lo que puede provocar trastornos del sueño.
  • Sudoración que suele ir asociado a los sofocos.
  • Irritabilidad y fatiga.

 

A medio plazo encontramos:

  • Alteraciones de la piel, esto es debido a la falta de estrógenos, que provoca una disminución del colágeno de los tejidos, y como consecuencia la piel se vuelve más fina y más seca.
  • Alteraciones urológicas.
  • Cambios psíquicos, como tendencia a la depresión, nerviosismo, cambios de humor, tristeza, falta de concentración, etc.
  • Cambios en la conducta alimentaria, como la tendencia al picoteo.

 

Y, a largo plazo puede aparecer:

  • Aumento de peso, incremento aproximado de 17% de masa grasa.
  • La grasa corporal adquiere una nueva distribución, preferentemente en la cintura y en el vientre.
  • Pérdida de masa ósea.
  • Riesgo de enfermedad cardiovascular.
  • Aumento de la tensión arterial.

 

¿Qué podemos hacer las mujeres para disminuir estos cambios?

1 Ejercicio físico:

  • Ayuda a perder menos masa ósea.
  • Reduce el riesgo de enfermedad cardiovascular.
  • Disminuyen la intensidad de los sofocos.
  • Ayuda a tener mejor humor, menos estrés y ansiedad.
  • Ayuda a mantener el peso y aumenta el metabolismo.
  • Ayuda a controlar el apetito.

 

2 Dieta equilibrada: se deben ajustar las calorías ya que los requerimientos nutricionales van disminuyendo a partir de los 40 años.Reducir el consumo de azúcares refinados.

  • Reducción de grasas saturadas, presente en carnes, embutidos, mantequilla… en su lugar, consumir carnes magras (conejo, pavo, pollo, ternera).
  • Aumentar el consumo de grasas saludables, procedentes de los frutos secos, aguacate, aceite de oliva, pescados azules…
  • Controlar el aporte de sal.
  • Asegurar una buena ingesta de calcio, por ejemplo consumiendo lácteos desnatados o semidesnatados, y quesos frescos.
  • Asegurar la ingesta de vitamina D, ya que esta última ayuda a fijar el calcio. Se sintetiza por la piel por efecto del sol, pero también la encontramos en alimentos como champiñones, pescados grasos o azules y yema de huevo.
  • Evitar dietas hiperprotéicas, ya que aumenta la eliminación del calcio.
  • No abusar de la cafeína.
  • Consumo de vegetales de hoja verde, como espinacas, lechuga etc.
  • Seguir una dieta abundante en verduras y hortalizas, legumbres y frutas frescas.
  • Respetar el horario de las comidas.
  • Utilizar buenas técnicas de cocción que implique cocinar con poca grasa y evite las frituras. Cocinar al vapor, horno, plancha, microondas.

 

3 Tener unos hábitos de vida saludables, el alcohol y el tabaco además de los efectos perjudiciales para la salud que todos conocemos, también influye en la salud de nuestros huesos.

 

Patricia Ramo
p.ramo@novadiet.es