Menopausia, Síntomas y Recomendaciones

 La disminución de las hormonas femeninas o estrógenos son las responsables de los síntomas durante la menopausia. La intensidad del mismo va a depender de la persona en cuestión

Se puede definir la menopausia como el cese fisiológico de la menstruación debido a la disminución de la función ovárica. El diagnóstico se establece después de un año sin regla y suele  presentarse alrededor de los 50 años,  sin embargo, el cese brusco de la menstruación sólo se produce en un 10 por ciento de los casos, ya que en la mayoría de las mujeres la transición menopáusica se prolonga aproximadamente durante cuatro años.

También se puede dar una menopausia prematura, que consiste en la insuficiencia ovárica de causa desconocida que se produce antes de los 40 años. El hábito de fumar se asocia a la menopausia precoz. También puede estar acelerada por exposición a radiación, fármacos quimioterápicos y cirugía que altere el aporte sanguíneo al ovario.

Y finalmente tenemos la menopausia artificial que se produce tras ovariectomía o irradiación de la pelvis incluyendo los ovarios

La sintomatología asociada a la menopausia implica, entre otros efectos:

  • Sofocos.
  • Sudoración abundante, especialmente durante la noche, que impide dormir profunda y relajadamente.
  • Cambios de humor
  • Aumento de peso
  • Sensación de distracción y pérdida de la capacidad de concentración.
  • Depresión y pérdida de ilusión.
  • Dolor durante la relación sexual y sequedad vaginal y disminución del deseo sexual.
  • Micciones frecuentes y con poca cantidad de orina.

La menopausia es, pues, un proceso natural que requiere tratamiento cuando los síntomas característicos de esta etapa biológica afectan a la calidad de vida de la mujer. Según especialistas, es fundamental que la mujer conozca las diferentes opciones terapéuticas

Los médicos hacen hincapié en la importancia de la individualización de los tratamientos según la historia clínica de cada mujer (enfermedades que presenta, factores de riesgo, hábitos de vida, etc.), la historia médica familiar y la opinión y consenso de la propia mujer- Una vez informada acerca de la relación beneficio-riesgo de cada terapia en su caso concreto, podrá optar por la más adecuada para llevar un mejor calidad de vida durante la menopausia y postmenopausia


SUSTANCIAS NARURALES: isaflavonas de soja

Desde hace miles de años se conoce la existencia del haba de soja Glycine max que constituye un componente alimentario principal en países asiáticos. Distintos estudios epidemiológicos han demostrado que las mujeres asiáticas apenas experimentan molestias climatéricas, la osteoporosis es prácticamente desconocida y el riesgo de contraer cáncer de mama u otros tipos de cáncer dependientes de las hormonas, como el de ovario o el de cuello de útero, es considerablemente menor que en las mujeres occidentales.

Las isoflavonas son fitoestrógenos que se encuentran de forma natural en las semillas de soja. Los efectos estrogénicos de las isoflavonas se ejercen a varios niveles:

  1. Síntomas climatéricos. Las isoflavonas producen una reducción significativa de los sofocos
  2. Enfermedad cardiovascular. La incidencia de las enfermedades cardiovasculares es menor en Japón que en Occidente, lo que al parecer se debe al consumo de alimentos ricos en soja. Las isoflavonas protegen de la enfermedad cardiovascular porque aumentan el HDL colesterol (colesterol bueno) y disminuyen el LDL (colesterol malo).
  3. Osteoporosis. Durante la menopausia la disminución de estrógenos acelera la pérdida de masa ósea produciendo osteoporosis; algunos estudios han demostrado que el aporte de isoflavonas reduce la pérdida de densidad ósea.

Parece más adecuado ingerir los fitoestrógenos en forma de extractos y concentrados de haba de soja y semilla de lino, cuyo contenido en isoflavonas y lignanos es mucho más elevado que el de productos alimenticios normales.

 

RECOMENDACIONES GENERALES

La prevención de las manifestaciones clínicas asociadas a la menopausia debe empezar años antes.

La menopausia no debe representar ninguna limitación para que la mujer disfrute plenamente de la vida.

Se aconseja llevar a cabo todas las actividades, incluida la sexual, del mismo modo que antes.

Para ayudar a combatir los sofocos:

  • Tomar bebidas frías.
  • No dormir en habitaciones con mucha calefacción.
  • Hacer respiración abdominal profunda cuando comiencen los sofocos.
  • Consumir a diario alimentos que contengan soja, flora del tipo de los lactobacillus (yogures bio) y alimentos prebióticos.
  • Disminuir el consumo de cafeína, alcohol y dejar de fumar.
  • Hacer ejercicios aeróbicos (correr, caminar, bailar, nadar, bicicleta, etc.).

Para disminuir la incontinencia urinaria:

  • Hacer ejercicios de entrenamiento vesical (cortar el chorro de orina y seguir orinando después). Rehabilitación del suelo pélvico.

Protección frente a la osteoporosis:

Ingerir comidas y bebidas ricas en calcio y vitamina D. Según la OMS, las necesidades de calcio durante la menopausia se estiman en 1000-1500 mg/día. La leche y los derivados lácteos (quesos, yogur…) aportan grandes cantidades de calcio. Otros alimentos ricos en calcio son los pescados y mariscos, los frutos secos, la yema de huevo y las legumbres.

  • Realización de ejercicios aeróbicos para aumentar la fuerza muscular y la fortaleza de los huesos.
  • Tomar el sol, con precaución, para favorecer la conversión de vitamina D a forma activa, lo que favorece la absorción del calcio.

Protección de las enfermedades cardiovasculares:

  • Aumentar la ingesta de vegetales, frutas, cereales y alimentos ricos en fibras.
  • Disminuir las grasas.
  • Utilizar aceite de oliva o soja.
  • Evitar el sobrepeso, limitar las grasas y la sal.
  • Tomar un suplemento vitamínico, ya que con la edad aumentan los requerimientos de ácido fólico, complejo B y antioxidantes (A, E, C) y ácidos grasos omega 3.
Isabel Antón
iantoncorvo@gmail.com