Menopausia y Beneficios del Ejercicio Físico

La menopausia nos debería ser vista como un período distinto a la adolescencia o la época fértil en cuanto a ejercicio físico nutrición  y hábitos de vida se refiere.

Un estilo de vida sano adoptado en los primeros años de la vida favorece el estado de salud y funcional de la mujer en la menopausia. Tanto si se han seguido estilos de vida saldables como si no, nunca es tarde para adoptarlos ni hay motivos para abandonarlos.

El estilo de vida sano y activo prepara a la mujer para los cambios derivados de la menopausia, y ayuda a controlar los riesgos para la salud física y psicológica que este nuevo estado trae consigo.

Estos riesgos, recordemos, son las enfermedades cardiovasculares, la diabetes, la osteoporosis, la obesidad, el estrés la ansiedad y la depresión, la baja autoestima y el sentimiento de soledad. El efecto protector de una práctica regular de actividades físicas contra estas enfermedades y situaciones patológicas, cobra especial importancia en este período en el que la mujer se encuentra fisiológicamente y psicológicamente menos protegida.

Estudios recientes han demostrado que la terapia hormonal sustitutiva continuada en  mujeres postmenopausica sanas, no es válida en la prevención primaria de la cardiopatía isquémica (angina e infarto de miocardio). De cara a la prevención, las recomendaciones se basan en los hábitos sanos de vida (no tabaco, actividad física y control del peso por la dieta.

El sobrepeso y la obesidad pueden preocupar a un gran número de mujeres. Recordemos que un mayor gasto energético facilita el control o disminución del peso. Deber incorporase el ejercicio físico a los programas de adelgazamiento, en primer lugar por sus amplios efectos beneficiosos, y en segundo lugar porque permite una mayor ingesta de alimentos, con lo que asegura el aporte de cantidades normales de vitaminas y minerales.

La actividad trae consigo vitalidad, autoconfianza y aumento de la estima persona, componentes esenciales para prevenir los estados de ansiedad y depresión. Las posibilidades de hacer ejercicio físico en grupo (en gimnasios, polideportivos, o paseando) facilita los contactos sociales y aleja el fantasma del aislamiento.

No hay excusas. Hay que seguir haciendo ejercicio o comenzar a realizarlo, porque la actividad resulta de enorme interés. Ejercicios de resistencia, a baja o moderada intensidad, como andar, hacer aerobic, pasear en bicicleta o andar, para mantener la forma física en general; ejercicios de movilidad articular y de flexibilidad; y ejercicios de fuerza, especialmente de piernas y cintura, para prevenir caídas.

Sumar entre 30 y 60 minutos al día de actividades físicas en casa, en los desplazamientos, en el trabajo y en las actividades de ocio es una meta que  puede lograse desde ya mismo. Animo. Lograr y mantener un nivel aceptable de forma física es más fácil de lo que parece, y puede ayudar a emprender nuevas actividades enriquecedoras.

 

ACTIVIDAD FISICA, DEPORTE Y VIDA

Dr. Jose Manuel Gonzalez Aramendi

Isabel Antón
iantoncorvo@gmail.com