Microbiota y estrógenos

Microbiota es el conjunto de microorganismos que habitan en nuestro cuerpo. El conjunto de todos los genes bacterianos (microbioma) que están relacionados con el metabolismo de los estrógenos se denomina estroboloma.

Los estrógenos son principalmente producidos por los ovarios y una vez que han realizado sus funciones en los distintos órganos, son transportados y metabolizados por el hígado, para lo que se necesita vitaminas B, zinc, magnesio, selenio y proteínas. A través de la bilis, pasan al intestino donde se encuentran con enzimas que son producidas por las bacterias y que pueden volver a activar estos estrógenos y que se reabsorban o no a la circulación sanguínea, en lugar de ser eliminados por las heces y orina. Es necesario mantener un intestino sano para evitar este tipo de trastornos en el metabolismo de los estrógenos. Un exceso de estrógenos en la circulación sanguínea aumenta el riesgo de sufrir enfermedades hormodependientes, como cáncer de mama, endometriosis etc.

Si aumentan las bacterias que se encargan de la reabsorción de estrógenos, también se producirá la reabsorción de tóxicos (tabaco, bisfenoles, alcohol etc.) que actúan como disruptores endocrinos, es decir, se comportan como las hormonas de nuestro cuerpo (imitan a los estrógenos) utilizando la misma vía de eliminación. Al no ser biodegradables se acumulan en el tejido adiposo.

Dulce los días previos a la regla

Las hormonas influyen en nuestro sistema digestivo y estado de ánimo.

Después de la menstruación (fase folicular), aumenta los estrógenos, serotonina y dopamina. Estamos más felices, enérgicas y mejora la sensibilidad a la insulina, por lo tanto, podemos aumentar la ingesta de hidratos de carbono ya que el cuerpo los utilizará para la síntesis de músculo. Buen momento para los ejercicios de alta intensidad.

En la ovulación, aumenta la hormona luteinizante y los estrógenos. Comienza a aumentar el apetito y a disminuir la sensibilidad a la insulina. Habría que tener cuidado con los hidratos de carbono (disminuir su consumo), sobre todo eliminar las harinas refinadas, zumos y azúcares. Aportar más grasas saludables; aguacate, aceite de oliva virgen, aceite de coco, pescados azules, frutos secos, huevo, yogures naturales, chocolate 85-90% y proteínas como legumbres, arroz integral, pescado y huevo. Momento para empezar con ejercicios de fuerza.

Antes de la menstruación (fase lútea), aumentan los estrógenos y progesterona (progesterona mejora el ánimo) y al final de esta fase empiezan a descender de nuevo, con lo que la serotonina también desciende y ello puede provocar mal humor, irritabilidad, tristeza y ganas de comer dulce ya que este eleva de forma compensatoria los niveles de serotonina y de otras endorfinas que provocan bienestar. Esta fase es buen momento para trabajar ejercicio cardiovascular y fuerza, así como para tomar un poco de chocolate negro 85-90%, que ayudará a aumentar la dopamina y estar más alegres.

El cambio hormonal provoca retención de líquidos, lo cual resulta muy incómodo para la mujer. El peso puede aumentar entre 1 y 2 kg siendo algo pasajero y transitorio. Si se mantiene un equilibrio entre estrógenos y progesterona apenas se notarán los cambios.

Consejos para mantener un buen metabolismo de estrógenos

  1. Descanso.
  2. Salud digestiva: come frutas y verduras, bebe agua suficiente, reduce el consumo de sal, azúcar y harinas refinadas.
  3. Movimiento.
Isabel Antón
iantoncorvo@gmail.com