¿Por qué depurar? ¿Por qué ahora? ¿Por qué con alimentos de temporada?

El cuerpo absorbe y produce toxinas (desechos no afines al cuerpo y que lo perjudican) todos los días. Para ocuparse de las que absorbe del exterior, a través de la contaminación ambiental y los alimentos, y de las que él mismo crea, como los radicales libres, las bacterias intestinales y los parásitos.

El organismo cuenta con un mecanismo, el sistema depurativo, que a menudo no logra completar su trabajo, lo que a la larga repercute en la salud. Los síntomas de una sobrecarga tóxica son muy variados: cansancio sin motivo aparente, resfriados interminables, estrés y erupciones cutáneas, etc. Depurarse ayuda a que el cuerpo se renueve y se recargue de energía, así como a darle un respiro al hígado y a los riñones, los principales órganos que intervienen en los procesos de depuración.

Por otra parte, en los últimos años se ha dado un cambio muy importante en los hábitos alimenticios y de vida en general. Por nuestro estilo de vida cada vez se cocina menos, tendemos a elegir alimentos «listos para comer», pedimos comida a domicilio, sacamos cualquier cosa del congelador,  o al comer fuera de casa elegimos a ciegas. Como resultado, en las últimas décadas muchas personas «se han puesto a dieta», asesoradas por un profesional o no, con efectos muy dispares. Por tanto, con toda la información de la que disponemos ahora, ¡seámos inteligentes! Aprovechémonos  de los errores, no para hacer dieta, sino para incorporar a nuestra alimentación aquello que ha demostrado ser útil para mantener el peso y la salud.

A la hora de empezar una desintoxicación es recomendable tomar mucho líquido, al menos tres litros al dia, y si puedes empezar en ayunas mejor, ya que es cuando los órganos depurativos son más activos. Aprovecha para tomar un gran vaso de agua templada y, si quieres, con un poco de jugo de limón para favorecer la eliminación de los desechos que el organismo produjo durante la noche.

Adaptación al medio

Ahora estamos en la estación de primavera, cuyo órgano es el hígado. El hígado es uno de los órganos drenadores y una de sus funciones es eliminar todas las toxinas , además es necesario para la metabolización de las grasas y las proteínas.

La primavera nos ofrece esas plantas comestibles y necesarias para que el hígado pueda hacer bien su trabajo. Es una etapa de depuración, purificación y también de cambios, de crecimiento. En la primavera todo nace, brota, crece. Y esto nos impulsa a empezar nuevos proyectos y llevarlos a cabo y para todo esto la alimentación que nos da el medio es necesaria, es decir, los alimentos de temporada.

Alimentos básicos de una dieta depurativa

Las verduras, las hortalizas y las frutas son la mejor opción para desintoxicarse porque son frescos y aportan grandes cantidades de fibra, vitaminas y sales minerales, elementos que contribuyen a mantener la presión arterial y las células de los tejidos en buen estado. Por su alto contenido de agua -entre 80 y 90%-, comerlas habitualmente es la manera más sana de eliminar toxinas y de mantener la piel bien nutrida e hidratada. Su alto contenido en fibras favorece el funcionamiento regular del intestino y evita el estreñimiento, lo que, en consecuencia, facilita el control del peso.

Crudas, las verduras y hortalizas conservan intactos todos sus nutrientes. Si las cocemos, lo mejor es hervirlas, prepararlas al vapor o a la plancha, procurando evitar el aceite y las grasas, porque éstos les agregan calorías, además de hacerlas más difíciles de digerir. A la hora de comprarlas, elige siempre frutas, verduras y hortalizas de temporada, ya que son más nutritivas, sabrosas y baratas.

Los brócolis, las coles de Bruselas, la coliflor, la col y los berros son sumamente depurativos, estimulan el hígado y sus elementos fitoquímicos combaten el cáncer. Los primeros aportan no sólo vitaminas B y C en abundancia, sino también calcio, ácido fólico, hierro, potasio y zinc. Las espinacas crudas por el betacaroteno, la vitamina C, el calcio, el ácido fólico, el hierro, el potasio, la tiamina y el zinc, además de la enorme cantidad de antioxidantes que contienen, constituyen un alimento excelente en la dieta depurativa.

Los ajos y las cebollas contienen nutrientes antivirales y antibacterianos que depuran el organismo, combaten el cáncer y reducen el colesterol de la sangre. El ajo estimula el sistema inmunológico y actúa como antiinflamatorio.

Con la alcachofa se eliminan los líquidos retenidos y se facilita la desintoxicación del hígado. Con cinco alcachofas y un par de cebollas se prepara un caldo sumamente depurativo.

Los espárragos tienen mucha fibra, potasio, vitamina C y ácido fólico, y sus propiedades diuréticas ayudan a eliminar las toxinas a través de la orina; además aportan elementos alcalinos que neutralizan la acidez de las proteínas, con lo que se previenen las alteraciones metabólicas. Se aconsejan en caso de problemas renales y hepáticos.

Con el perejil se acaba la retención de líquidos. Es rico en vitamina C, calcio y hierro y contiene elementos antioxidantes. Añádelo a los caldos.

Por su acción bacteriana el yogurt con lactobacilos restaura la flora intestinal.

El apio es una verdura que tiene propiedades cardiocirculatorias y un gran efecto depurativo. Debido a su acción alcalinizante combate el ácido úrico y otros residuos tóxicos del metabolismo, mientras que sus compuestos aromáticos protegen al riñón y a la vejiga de la formación de cálculos; además contienen mucha fibra, que es útil para evitar el estreñimiento, acelerar el tránsito intestinal, limpiar las vías urinarias, favorecer la micción y eliminar residuos perjudiciales.

El melocotón es rico en vitamina C y potasio, un mineral que regula la tensión arterial y ayuda a eliminar los líquidos retenidos en el cuerpo. Sus componentes favorecen la función eliminadora de los riñones, reducen el riesgo de infecciones urinarias y tienen un suave efecto laxante y de limpieza de la vesícula biliar.

El limón es un gran antioxidante, y como diurético elimina las impurezas a través de la orina.

Gracias a su capacidad para absorber las toxinas, los cereales son esenciales para mantener el intestino limpio.

Las zanahorias son raíces sumamente beneficiosas que además de nutrir y estimular todo el organismo, por su alto contenido en betacaroteno reducen el riesgo de padecer cáncer.

En resumidas cuentas, la naturaleza es sabia, y nos da siempre lo que necesitamos. Ahora nos toca a nosotros aprender a aprovecharnos de lo que nos ofrece, adaptar nuestra alimentación a las frutas y verduras que llenan nuestros mercados. Así nos sentiremos más sanos y en equilibrio con nosotros mismos y con el entorno.

Isabel Cebrian
i.cebrian@novadiet.es