¿Por qué es importante para los niños qué comen y cómo lo comen?

Sabemos que los alimentos que consumimos determinan en mayor o menor medida nuestro estado de salud. Ahora bien, no solo es importante conocer qué comer para prevenir ciertas patologías y llevar una alimentación saludable, sino también qué costumbres aprendidas debemos corregir para prevenir esos malos hábitos que tanto nos perjudican. Porque los niños igual que aprenden en el cole matemáticas y lengua, aprenden en casa de los hábitos de los adultos, tanto alimentarios como de estilo de vida. Establecer desde la infancia unas pautas saludables, resultará vital para el desarrollo y crecimiento adecuado de los más peques.

El desayuno juega un papel fundamental en nuestra alimentación. Pero hoy en día, las prisas o el poco apetito a primera hora del día hacen que a veces no se desayune correctamente. En los niños, además, este comportamiento afecta negativamente al rendimiento escolar e, incluso, puede ser el origen de enfermedades como la obesidad infantil, dolencias cardiovasculares y mayor riesgo de padecer determinados tipos de cáncer en la edad adulta.

Las recomendaciones para un desayuno ideal son incluir un lácteo, hidratos de carbono y fruta, pero existen otros aspectos importantes que se deben tener en cuenta para fomentar un adecuado hábito durante el desayuno:

  • Dedícale atención y tiempo al desayuno, reservando al menos 15 min para sentarse y desayunar en compañía. Ya sabemos que los niños tienden a imitar las conductas de sus cuidadores, y desayunar es tan importante para ellos como para los adultos.
  • Elige alimentos saludables y apetecibles para los peques, se les hará más fácil y divertido el desayuno.
  • Cuida la presentación de los alimentos. Si tienes recipientes divertidos o de colores les resultará más atractivo.
  • Premia las buenas conductas de los niños, sobre todo las que supongan un esfuerzo para ellos. Es suficiente con mostrar entusiasmo y alegría ante los logros, como ¡Qué bien Ana!, no premies con comida, premia con una sonrisa.
  • Si los niños se resisten al desayuno o a tomar aquellos alimentos más saludables, hay que ser persistente, regular y no ceder ante sus primeras negativas. Sin embargo, hay que evitar los continuos castigos para que no resulte una situación desagradable. Las actitudes responden mejor a estímulos positivos y mal a los negativos.

Cómo hacer que los niños coman fruta y verdura

 

No hay una solución mágica, pero es preocupante el descenso de consumo de frutas y verduras entre la población en general y en especial en la población infantil. Más cuando la fruta y verdura suponen un seguro para la salud, ya que aportan una gran cantidad de beneficios, entre ellos el aporte necesario de vitaminas, minerales y fibra.

Las recomendaciones diarias son consumir 3 o más piezas de fruta al día y 2 porciones o más de verduras (preferiblemente fresca y variada). Estas recomendaciones te ayudarán a conseguirlo:

  • Pinta el plato, presenta la fruta y la verdura cortada y colocada de forma divertida, así les entrará por los ojos.
  • La verdura o la fruta en distintos formatos (fresca, en compota, en puré, asada…) puede acompañar a la carne o al pescado.
  • Si desde pequeños acostumbran su paladar a diferentes sabores, es más probable que cuando sean adultos consuman alimentos variados.
  • Las características de la mayoría de las frutas (son individuales, no necesitan recipiente, ni necesitan una conservación especial) permiten su consumo en situaciones variadas, por lo que puede ser una buena opción de almuerzo o merienda.
  • Infórmales sobre la importancia de la fruta y la verdura en su alimentación para crecer y estar sanos, no son optativas, pero una buena explicación puede ser mejor que una obligación.
  • El consumo de fruta y verdura debe ser algo divertido y agradable, evita los castigos y peleas. ¡Paciencia y constancia para conseguir tus objetivos!

 

Para finalizar, otros consejos a tener en cuenta durante las comidas:

  • Establece un horario regular para las comidas, enséñales a comer habitualmente a unas horas determinadas y a no comer fuera de ese horario establecido. Esta conducta fomenta el autocontrol de forma que el niño aprenderá a que el apetito esté regulado por las horas de las comidas.
  • Evita premiar o castigar con comida. Existen muchas otras maneras de reconocer los logros de los más peques. Si se recurre a la comida como premio, se tienden a elegir alimentos más calóricos o poco saludables.
  • Evita las distracciones mientras se come, como la televisión, tablets, móviles…hay que ser consciente del momento que se esta viviendo, que es el de comer. Si se está distraído no se está atento a las señales de saciedad que envía el cuerpo y se come más cantidad.
  • Recuerda que el principal objetivo de comer es alimentarse. A veces la comida se convierte en un recurso social, para entretenernos o camuflar un estado emocional. Es importante enseñar a los niños a superar momentos como el aburrimiento sin recurrir a la comida. Si actuamos como modelo aceptando el aburrimiento como algo natural y buscando otras alternativas como el ocio activo, ayudarás a que los niños adquieran autocontrol y a que no recurran al alimento para entretenerse.
  • También es importante como buen hábito, el realizar actividad física regular. Ser activo físicamente durante la infancia y adolescencia no sólo es importante para la salud de ese periodo, sino también para mantener una buena salud durante todo el curso de la vida. La realización de actividad física en la infancia hará que los niños se sientan competentes en sus habilidades físicas y, probablemente, hará que sean más activos durante la edad adulta. La actividad física realizada diariamente desde edades tempranas, promueve la salud y una adecuada forma física en la población infantil y adolescente, aportando beneficios físicos y bienestar emocional, a corto y largo plazo.

 

Asociación Española Contra el Cáncer

Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición. Estrategia NAOS (AESAN)

Isabel Cebrian
i.cebrian@novadiet.es