Tras varias encuestas sobre la alimentación infantil, llegamos a una conclusión: existe un abuso de proteínas de origen animal (carnes grasas, embutidos..), insuficiencia en el consumo de legumbres y productos lácteos, exceso de grasas de mala calidad, exceso de azúcares de absorción rápida, en vez de féculas de absorción lenta.