Nuestra forma de comer está relacionada directamente con el deseo sexual o libido. Los alimentos que ingerimos son los encargados de proporcionar a nuestro organismo los nutrientes necesarios para que esté preparado para el encuentro sexual.
La seducción y los afrodisíacos nacieron en "El Jardín del Edén", al ofrecer Eva la manzana a Adán.

La cocina erótica ha sido una ilusión humana, el hombre siempre ha soñado con conocer sustancias que  tengan virtudes maravillosas para despertar el amor, elixires para conservar la juventud y toda clase de manjares excitantes, lo que sea para enardecer los deseos y mantenerlos vivos.