En los últimos años hemos sufrido un gran cambio en nuestros hábitos alimentarios. El aumento de la población urbana ha hecho que los alimentos frescos pasen más tiempo en tránsito desde que se recolectan hasta que llegan a nuestra mesa. Eso, y otros factores como el estrés, o la incorporación de la mujer al trabajo, también ha supuesto un aumento en el consumo de productos prefabricados listos para su consumo. Cada una de las etapas al que se someten los alimentos, tanto en la preparación como en su almacenamiento, produce una pérdida inevitable de vitaminas.
Las vitaminas no responden por igual a los agentes físicos (calor, luz, humedad) y químicos (oxidantes, pH...).
Un estilo de vida saludable conlleva muchas decisiones. Entre ellas, la elección de una dieta o un plan de alimentación equilibrado. Entonces, ¿cómo se elije un plan de alimentación saludable?
Para estos meses de verano una receta fresquita con champiñones y tomate, un plato sencillo, pero sabroso y refrescante.
Los champiñones destacan por ser una de las setas más populares y más consumidas.
Con respecto a sus propiedades, no hay duda que desde el punto de vista nutricional destacan por su altísimo contenido en proteínas de alto valor biológico (de buena calidad), lo que significa que aportan todos los aminoácidos esenciales. Esta variedad de seta, contiene cerca de un 95% de agua.
En este artículo vamos a tratar sobre la alimentación que deberán tomar nuestros pequeños, desde que nacen hasta que van al cole y se hacen mayores.