El bienestar emocional se refiere a tus sentimientos: cómo reconocerlos, expresarlos, y cómo afrontarlos de manera que contribuyan a sentirte bien contigo mismo. Alcanzar el bienestar emocional y mantenerlo es sinónimo de calidad de vida. Esto nos permite, entre otras cosas, reducir el efecto de la ansiedad, del estrés y de esa angustia que opaca nuestra capacidad para ser felices. Estamos por tanto, ante una competencia que todos deberíamos desarrollar mucho más.