Por Marga Astasio, asesora de novaLine Mujer madura   Carmina nació y creció en un pueblecito de Galicia. Se alimentó muy bien, tomó mucha leche e hizo mucho ejercicio cuando era niña. Tras acabar sus estudios en la Universidad, se casó y tuvo dos hijos. Su familia y su trabajo en una oficina la mantenían muy ocupada y sin tiempo para practicar ejercicio. A los 48 años vino la menopausia. Un día, cuando tenía 70 años y estaba disfrutando de su jubilación, Carmina resbaló de una forma muy tonta al entrar en casa y se rompió la cadera. Se recuperó, pero a partir de aquí ya siempre necesito bastón para caminar. Carmina tenía osteoporosis, pero no lo sabía.

Dormir menos horas de las necesarias una noche tras otra y tener horarios de sueño desorganizados favorecen el sobrepeso y aumentan el riesgo de diabetes, según una serie de investigaciones que en los dos últimos años han explorado la relación entre el sueño y el metabolismo.

Estas investigaciones muestran que el metabolismo del cuerpo humano se altera cuando no se duerme lo suficiente de manera habitual y cuando se perturba con frecuencia el ciclo del sueño. En estos casos, el cuerpo experimenta cambios que lo llevan a tener más hambre, a preferir alimentos calóricos, a quemar calorías con menos eficiencia y a acumular más grasa, lo cual favorece el sobrepeso y la obesidad. Al mismo tiempo, se reduce la secreción de insulina en el páncreas y merma la capacidad de esta hormona de controlar el nivel de azúcar en el conjunto del organismo, lo cual eleva el riesgo de diabetes.