Los parásitos son microorganismos presentes en los alimentos y en el agua de consumo, con capacidad para provocar enfermedades en los humanos. Su tamaño es variable,desde organismos no visibles para el ojo humano hasta gusanos visibles a simple vista. Los parásitos se alimentan de los nutrientes presentes en los alimentos y en el agua y la mayoría proceden de las heces de los animales que, a través de las manos, utensilios, insectos y agua contaminada, llegan a los alimentos. La clave para evitarlos es, por tanto, una buena prevención con una correcta higiene.