Efectos beneficiosos de las leguminosas

Entre los efectos beneficiosos asociados a las leguminosas se puede señalar un efecto hipocolesterolémico, son estabilizadoras del índice glicémico, favorecen el tránsito intestinal y pueden actuar en la prevención de algunos tipos de cáncer. Dado que los datos son aún limitados, no se puede afirmar si dicho efecto se debe al consumo de la leguminosa completa o a alguno de sus componentes bioactivos.

A continuación, se indican los efectos que producen algunos de estos compuestos de manera individual:

Valor nutritivo de las leguminosas

Desde un punto de vista nutritivo, las leguminosas se consideran un alimento básico ya que proporcionan un buen aporte de nutrientes.

  • Su contenido en proteína es muy superior al de los cereales aunque con grandes diferencias entre especies y variedades (15-40%). Se sabe que presentan un bajo contenido en aminoácidos azufrados (metionina y cisteina), aunque son ricas en lisina, aminoácido del que son altamente deficientes los cereales.

  • Son una importante fuente de hidratos de carbono, de los cuales la principal fracción corresponde al almidón (hasta un 60% del total) y en segundo lugar, a los oligosacáridos de la familia de la rafinosa.

Las leguminosas se clasifican en dos grupos en función de su contenido lipídico, diferenciándose así las leguminosas oleaginosas (soja y cacahuete) con unos niveles de grasa elevados: 20-50% y las leguminosas secas o leguminosas grano (judía, lenteja, garbanzo, haba, altramuz, guisante, etc.) con un contenido en grasa muy inferior: 1-7% (Torija y Diez, 1999). Son cultivos autóctonos adaptados a las condiciones ambientales y contribuyen ecológicamente como fertilizantes naturales del suelo, ya que sus raíces suelen formar simbiosis con la bacteria Rhizobium leguminosarum que tiene la propiedad de fijar el nitrógeno atmosférico en el suelo (Perez y Torralba, 1997).

Introducción

Desde hace algunos años estamos presenciando un aumento del interés en todos los temas relacionados con la alimentación, este interés se va incrementando a medida que va llegando al consumidor más información científica acerca de la estrecha relación entre dieta y salud. En la actualidad se considera que la alimentación no sólo tiene la función de nutrir, sino que también puede tener un papel importante a la hora de prevenir o curar enfermedades, sobre todo cuando estas son consecuencia de una alimentación insuficiente, excesiva o desequilibrada.