La lucha contra el sobrepeso y la obesidad infantil es una preocupación creciente que requiere un abordaje conjunto desde la familia (padres, madres, cuidadores…), escuelas, profesionales sanitarios, políticas orientadas a reducir este problema de salud pública, etc. El objetivo de este artículo es proporcionarte estrategias prácticas para abordar este desafío en el día a día de la vida de los más pequeños.

 

Sabemos que los alimentos que consumimos determinan en mayor o menor medida nuestro estado de salud. Ahora bien, no solo es importante conocer qué comer para prevenir ciertas patologías y llevar una alimentación saludable, sino también qué costumbres aprendidas debemos corregir para prevenir esos malos hábitos que tanto nos perjudican. Porque los niños igual que aprenden en el cole matemáticas y lengua, aprenden en casa de los hábitos de los adultos, tanto alimentarios como de estilo de vida. Establecer desde la infancia unas pautas saludables, resultará vital para el desarrollo y crecimiento adecuado de los más peques.

La edad preescolar se inicia desde que el niño tiene autonomía al andar, sobre los 2 años, hasta aproximadamente los 6 años de edad. A continuación, llega lo que se denomina la etapa escolar, que comprende desde los 6 años hasta la pubertad (10-12 años).

Tras varias encuestas sobre la alimentación infantil, llegamos a una conclusión: existe un abuso de proteínas de origen animal (carnes grasas, embutidos..), insuficiencia en el consumo de legumbres y productos lácteos, exceso de grasas de mala calidad, exceso de azúcares de absorción rápida, en vez de féculas de absorción lenta.
Podemos catalogar como estreñido aquel niño que tiene menos de tres movimientos intestinales por semana, cuando tiene problemas para ir de vientre o cuando sus heces son duras, secas o más voluminosas de lo normal. El estreñimiento es uno de los problemas comunes en la población infantil. Según la AEPED (Asociación española de pediatría) el 95% de los casos el estreñimiento infantil es de origen idiopático o funcional, es decir, no hay un único mecanismo responsable del estreñimiento, se debe a más de una causa como pueden ser factores constitucionales, hereditarios, psicológicos o educacionales. Los factores dietéticos también tienen un papel importante, ya que por lo general, el niño con estreñimiento bebe poco líquido y suele tener unos hábitos desequilibrados (alimentación rica en proteínas con escaso consumo de fibra).

Los bocadillos son una opción rápida y práctica para que los niños se lleven al colegio, pero muchas veces deja de ser saludable según el relleno que elijamos. Tenemos claro que las cremas de chocolate no son lo más adecuado, y solemos recorrer a embutidos y fiambres, pero... ¿Qué otras opciones saludables tenemos a nuestro alcance?

En los menores, la hidratación diaria es tan importante como una correcta nutrición para el desarrollo y crecimiento de un niño, ya que influye en el funcionamiento de sus células y órganos, el transporte de nutrientes, los procesos de depuración de desechos que su organismo no necesita y la regulación de la temperatura corporal, entre otras funciones vitales

Seguramente a estas alturas ya estaréis hartos de los mocos, toses, faringitis, bronquitis… que se dan uno tras otro y parece que nunca acabamos ¿verdad? Os voy a explicar cómo funciona el sistema inmunitario y lo que podéis hacer para mejorar el de vuestros hijos. Qué alimentos son apropiados y cuáles es mejor evitar. Está claro que los niños se pondrán enfermos de vez en cuando aunque tengan las defensas por las nubes, pero vamos a tratar de que esas veces sean las mínimas y que cuando esto suceda, dure menos.

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¿Qué es el sistema inmune?

Por Raquel Palomino, asesora nutricional del Método novaLine

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En este artículo vamos a tratar sobre la alimentación que deberán tomar nuestros pequeños, desde que nacen hasta que van al cole y se hacen mayores.

 

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Existen mucha razones por las que una familia puede decidir convertirse en vegetariana (conservar el medio ambiente, salud, respeto animales, creencias religiosas… ) Aunque las dietas vegetarianas son saludables, nos surge la duda cuando se adaptan a la infancia, ya que es un periodo de crecimiento donde existen diferentes requerimientos nutricionales importantes.