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Las vacaciones de verano suelen ir acompañadas de cierta desorganización en los hábitos alimentarios: hay menos rigor con los horarios ya que, en general, el ritmo de comidas está marcado por los horarios laborales y escolares. El hecho de que durante el verano los niños no vayan al colegio y los horarios del trabajo se flexibilicen -o se rompan del todo en las vacaciones- hace que la rutina alimentaria se altere .

En las vacaciones, las tentaciones te llaman desde los puestos de helados, los restaurantes, los snacks… Te ayudamos a cuidar tu línea sin pasar hambre ni renunciar a los caprichos Te pasas horas tumbado en la playa sin hacer nada, duermes diez horas todos los días, desayunas como un rey, tomas un aperitivo, comes lo quieres y por la noche, cena y copas… A no ser que estés haciendo algo de ejercicio, seguramente vuelvas de las vacaciones con un par de kilos de más.