Muchas veces nos preguntamos cuánta cantidad de comida debemos comer para tener una buena salud y controlar el peso. A veces no sabemos si estamos consumiendo demasiada cantidad de pasta o poca cantidad de verdura en una comida, pero hay una manera muy sencilla de organizar el plato para mantener una dieta equilibrada.

El estilo de vida moderno, los hábitos alimentarios y los estilos de vida poco saludables desajustan nuestro reloj biológico. El reloj biológico es la referencia innata de tiempo en nuestro organismo: un conjunto de funciones orgánicas vinculadas al ritmo de vida, consiste en la interacción de las proteínas y las células de todo el cuerpo, que hace que cuando se acerca el mediodía comencemos a sentir hambre y por la noche empecemos a tener sueño.
La educación nutricional y la adquisición de hábitos alimentarios forma parte de la cultura alimentaria que una persona adquiere a lo largo de su vida. Podemos reeducar a nuestro organismo mediante una dieta equilibrada y el ejercicio físico.
¿Cómo sabemos si nuestra alimentación es saludable? Para ello tendremos que ver los alimentos y productos que componen nuestra alimentación. A continuación vamos a hablar sobre los alimentos que deben estar en nuestro día a día. Para ello, años atrás, hemos estado utilizando la pirámide alimentaria, pero esta ya ha quedado obsoleta. No hay que comer menos y hacer más ejercicio, hay que comer mejor y hacer mejor ejercicio. ¿Cómo podemos comer mejor? ¿Nos guiamos por la pirámide alimentaria? La mejor opción será guiarnos por el PLATO DE HARVARD, el cual explicamos a continuación
¿Puede una mujer embarazada seguir realizando ejercicio? , ¿E incorporar nuevas rutinas de deporte? , ¿Está contraindicado? En el artículo de hoy hablaremos sobre la práctica de ejercicio en mujeres embarazadas y cuáles son los ejercicios más adecuados en el embarazo.
Por Clementina García Una propuesta de salud: Aficiónate a comer una manzana al día en el embarazo. Esta fruta tiene muchos beneficios, y más en tu estado. Embarazada con dos manzanas La manzana es una fruta ideal en el embarazo, por diversas razones.
  Cuando hablamos de nutrición, parece que todo el mundo sabe más sobre este tema que tú, una profesional con 3 años de carrera y máster. Un profesor mío, al principio de empezar la Diplomatura, nos lo comentó: "Estad preparados porque en cuanto digáis que sois nutricionistas todo el mundo os comerá a preguntas... y tranquilos, por mucho que hayáis estudiado, ellos sabrán más y mejor". ¡Jolín, que razón tenía! Ja, ja. Al grano: yo, en esta entrada y relacionado con lo que os he citado anteriormente, quiero hablaros de los “MITOS sobre la NUTRICIÓN en el DEPORTE”, porqué claro, hay bulos que parece ser que tienen más peso y razón que lo que realmente dice la Ciencia.   mitos           He hecho una búsqueda por Internet y he encontrado miles de mitos. He seleccionado los siguientes con la explicación real de lo que sí es verdad.

COMPROBADO :REIR ADELGAZA EXPERTOS ASEGURAN QUE REIR DISMINUYE LOS ANTOJOS DE COMIDAS Los niños están mucho más dispuestos a reírse que los adultos, un pequeño se ríe un promedio de 300 veces al día, mientras que un adulto lo hace entre quince...

Cinco gramos de sal al día, ni más ni menos. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda consumir 5 g de sal al dia; que equivale a 2 g de sodio, ya que el 40% de la sal es sodio. Aquí se incluye tanto la sal del salero como la que contienen los distintos alimentos, bien por naturaleza o por su procesado (la conocida como sal oculta ). Sin embargo, el consumo medio de sal de la población española asciende a 9,7 gramos por persona al día, el doble de la cantidad recomendada. En concreto, el 80% de los españoles consume más sal de la recomendada.

El factor más importante en el desarrollo y aparición de la hipertensión arterial y, por consiguiente, de las enfermedades cardiovasculares es la ingesta de sal: el 45% de los infartos de miocardio y el 50% de los ictus están relacionados con la hipertensión arterial. Además, una dieta alta en sal tiene otros efectos nocivos directos: aumenta el riesgo de enfermedad cardiovascular y renal, y altera el funcionamiento del hígado y la salud de los huesos.

Con el avance de la edad, a veces resulta difícil para algunas personas mantener el estado nutricional adecuado. La disminución de la actividad física, la capacidad olfativa y del gusto, las alteraciones en la dentadura, el deterioro mental e incluso los factores sociales (aislamiento, soledad, etc.) repercuten en este sentido.