21 Ago BIENESTAR EMOCIONAL Y ALIMENTACIÓN
La sociedad actual se caracteriza por un ritmo de vida acelerado (estrés laboral, desórdenes en los horarios, falta de tiempo y mala calidad del sueño). Cuando existen emociones negativas causados por niveles altos de estrés, conlleva a un aumento del consumo de alimentos hipercalóricos y un estilo de vida más sedentario, provocando ciertas patologías como el sobrepeso u obesidad.
Pero también existe el caso contrario, con el mismo tipo de presión, hay personas que reducen la ingesta, pudiendo llegar a desarrollar problemas de desnutrición, osteoporosis, desarreglos menstruales en el caso de las mujeres, e incluso la pérdida de esperanza de vida.
Algunas de las situaciones más comunes en las que se produce una ingesta excesiva o restrictiva de alimentos son:
- Época de exámenes o preparación de oposiciones.
- Situaciones en las que determinadas personas nos hacen sentir ignorados o incomprendidos.
- Momentos de aburrimiento o larga espera.
- Momentos gratificantes, como celebraciones.
- Situaciones de frustración, impotencia o desánimo, por no haber sido capaz de seguir una dieta, por ejemplo.
El hecho de que exista una fuerte presión social hacia la delgadez, tampoco ayuda, es más puede agravar la situación y traer como consecuencia problemas emocionales como la depresión.
Según la OMS, la salud o bienestar emocional es un «estado de ánimo en el cual la persona se da cuenta de sus propias aptitudes, puede afrontar las presiones normales de la vida, puede trabajar productiva y fructíferamente, y es capaz de hacer una contribución a la comunidad» . Es un proceso complejo que cada persona experimenta de manera diferente, con diversos grados de dificultad, angustia y resultados sociales y clínicos.
Lo primero que se recomienda es eliminar falsas creencias que envuelven a la palabra DIETA. Cuando nos planteamos la realización de algún tipo de régimen, automáticamente sentimos un desasosiego emocional producido por la asociación a esta palabra.
La dieta se cataloga por una serie de restricciones durante un tiempo concreto con el fin de perder o ganar peso. Al ser temporal y no habitual, nos exige un esfuerzo extra e incrementa la ansiedad. Sin embargo, comer sano significa desarrollo de hábitos y mejoras en la alimentación que se establecen de por vida, que nos permitirá tener un peso más estable y una buena salud. Para ello, requiere cierto autocontrol, constancia y disciplina.
La DIETA MEDITERRÁNEA es un gran ejemplo de una alimentación equilibrada y se ha demostrado que previene de enfermedades cardiovasculares y una asociación a un menor riego de sufrir cáncer y diabetes.
Si queremos comenzar a establecer buenos hábitos de alimentación, tenemos que:
- Planificar la alimentación de manera semanal y no diaria. Es más sencillo y conseguirás comer bien durante la semana. Desde el punto de vista emocional, es mejor plantearse tomar fruta diariamente, que mirar si cada día hemos logrado tomar las 3 piezas de fruta.
- No debe de ser perfecto. Establece metas realistas y no seas excesivamente perfeccionista, ya que conlleva más emociones negativas.
- Si no puedes realizar las 5 comidas al día, realiza al menos 3. Muchas veces tenemos un ritmo de vida que es incompatible a esta recomendación, pero no, a la de realizar las 3 comidas principales, manteniendo dentro de lo posible, un horario similar.
- Mantener un estilo de vida activo, realizar actividad física de manera semanal.
- Realizar un descanso reparador.
- Vivir el presente. A veces comparamos las sensaciones que estamos sintiendo con las que hemos experimentado en el pasado o podríamos experimentar en el futuro, haciendo que se nos escape el día a día.
En resumen, una garantía de éxito es pensar en positivo y que alimentarse bien no es sinónimo de frustración o aburrimiento, sino todo lo contrario, de disfrute siendo conscientes y manteniendo el hábito de por vida.
Bibliografía:
Ministerio de sanidad: https://bemocion.sanidad.gob.es/bemocionSalud/emocionesEstilo/alimentacion/home.htm
OMS: https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/mental-health-strengthening-our-response