Las legumbres son el fruto de las plantas de la familia de las leguminosas, formado por dos vainas y por las semillas que hay en su interior. Estas semillas de las leguminosas, secas y duras en su estado natural, se consumen después de haber sido preparadas culinariamente de diversas formas. Hay un número bastante amplio de especies, pero en alimentación se utilizan aproximadamente unas 200. Entre ellas las más consumidas estarían la judía (Phaseolus vulgaris), el guisante (Pisum sativum), el haba (Vicia faba), el garbanzo (Cicer arietinum), la lenteja (Lens culinaris), la soja (Glycine max) y el cacahuete (Arachis hypogea).
Han sido un ingrediente fundamental en la dieta mediterránea, sin embargo, parece ser que en los últimos años este consumo ha descendido. Este año 2016, la Asamblea General de la ONU ha declarado el Año Internacional de las Legumbres bajo el lema Semillas nutritivas bajo un futuro sostenible, con la finalidad de “crear conciencia de los beneficios de las legumbres, promover su producción y comercio, y fomentar nuevos usos en toda la cadena alimentaria”.
Vamos a analizar la necesidad de incluir este grupo de alimentos tanto en las dietas de control de peso, como en una alimentación equilibrada.
En primer lugar hay que recalcar que se recomienda consumir legumbres dos veces por semana, sin perder este hábito durante los meses de verano, período en el que se podrían consumir en ensaladas frías o cremas.
04 febrero, 2016