La depresión otoñal se caracteriza por una serie de
trastornos psicosomáticos que se producen a medida que avanza el otoño y durante el invierno. Suele remitir cuando vuelve el buen tiempo. Esto ocurre más a menudo en los países con menos luz, los situados más al norte. En estos países el número de suicidios está muy por encima de la media en estos meses y se sabe que la falta de luz es uno de los factores más determinantes.
Los
síntomas más frecuentes son: tristeza, falta de interés, insomnio o somnolencia, problemas de concentración, irritabilidad y mal humor, falta de deseo sexual, trastornos alimentarios...
La
causa principal son los cambios hormonales a consecuencia de la disminución de la luz solar. Los cambios más importantes son:
25 septiembre, 2014