CÓMO PREVENIR ENFERMEDADES ASOCIADAS A LA EDAD AVANZADA.

En este articulo vamos a hablar de enfermedades que aunque no son exclusivas de la edad avanzada , si que hay una mayor probabilidad de padecerlas al hacerse mayor, y que deterioran la calidad de vida de éstas personas. No todas ellas se pueden evitar, pero muchas podríamos prevenirlas con unos buenos hábitos a lo largo de la vida.

  • Diabetes:

La diabetes es una enfermedad en la que los niveles de glucosa en sangre están elevados. La glucosa proviene de los alimentos que consumimos, y la insulina es la hormona que se encarga de introducir esta glucosa en las células para la obtención de energía.

Podemos encontrar d os tipos de diabetes:

La tipo I en la que básicamente el cuerpo no produce insulina y la tipo II, la más común, donde el cuerpo no produce o no usa de manera adecuada la insulina. El exceso de glucosa en sangre puede causar graves problemas a largo plazo, puede dañar seriamente los riñones, los ojos, los nervios, el corazón…deteriorando mucho la calidad de vida, o incluso causar la muerte.

La diabetes tipo II puede prevenirse con una alimentación adecuada, eliminando los azúcares simples de la dieta, y evitando la vida sedentaria.

  • Hipertensión:

La hipertensión es una enfermedad donde los niveles de presión arterial están elevados.

La presión arterial se mide en milímetros de mercurio (mm Hg) y consta de dos números, El número mas alto que mide la presión de las arterias cuando el corazón late (presión sistólica), y el número menor que mide la presión de las arterias entre los latidos del corazón. (presión diastólica).

Las mediciones de presión arterial entran en cuatro categorías generales:

Presión arterial normal: está por debajo de 120/80 mm Hg.

Presión arterial elevada: presión sistólica entre 120 y 129 mm Hg y una presión diastólica por debajo de 80 mm Hg. La presión arterial elevada tiende a empeorar con el tiempo a no ser que se tomen medidas para controlarla.

Hipertensión en etapa 1: es una presión sistólica entre 130 y 139 mm Hg o una presión diastólica de 80 a 89 mm Hg.

Hipertensión en etapa 2: una hipertensión más grave, es una presión sistólica de 140 mm Hg o mayor, o una presión diastólica de 90 mm Hg o mayor.

Para el corazón la hipertensión supone un sobreesfuerzo y un aumento de la masa muscular (hipertrofia ventricular izquierda). Este incremento de la masa muscular acaba siendo perjudicial ya que no aumenta de manera equivalente el riego sanguíneo y puede producir insuficiencia coronaria, arritmias y angina de pecho. Propicia la arteriosclerosis y fenómenos de trombosis (que pueden producir infarto de miocardio o infarto cerebral). En casos graves puede producir el reblandecimiento de las paredes de la aorta, su dilatación o rotura, pudiendo provocar la muerte.

La hipertensión causa rigidez en las arterias que suministran la sangre a los riñones. Pero también perjudica al propio riñón, lo que puede desembocar en una insuficiencia renal que incluso requiera diálisis. Por otro lado, si el riñón resulta dañado se puede producir un aumento de la presión arterial.

Se sabe que se puede evitar la hipertensión con buenos hábitos de vida, evitando el sobrepeso, disminuyendo la ingesta de sal, no fumar y no ingerir alcohol, y evitar el sedentarismo.

  • Alzheimer:

El Alzheimer es una enfermedad que suele aparecer a partir de los 65 años, aunque también en personas más jóvenes, es una alteración neurodegenerativa, la persona que sufre esta enfermedad experimenta cambios microscópicos en el tejido de ciertas partes del cerebro y se produce una pérdida progresiva pero constante de una sustancia química llamada acetilcolina, que es indispensable para el funcionamiento cerebral. Esta sustancia permite que las neuronas se comunique entre ellas y está implicada en las actividades de aprendizaje, memoria y pensamiento.

Es una enfermedad de causa desconocida, en la que al parecer intervienen múltiples factores. Algunos de los factores que aumentan la probabilidad de padecerla son los siguientes:

Edad: suele afectar a los mayores de 60 o 65 años, pero también se han dado casos entre menores de 40 años. La edad media de diagnóstico se sitúa en los 80 años, puesto que se considera que el Alzheimer es una enfermedad favorecida por la edad.

Sexo: las mujeres lo padecen con más frecuencia, probablemente porque viven más tiempo.

Herencia familiar: la enfermedad de Alzheimer familiar -una variante de la patología que se transmite genéticamente-, supone el 1 por ciento de todos los casos. No obstante, se estima que un 40 por ciento de los pacientes con Alzheimer presenta antecedentes familiares.

Factor genético: se conocen algunas mutaciones genéticas que pueden relacionarse con esta enfermedad.

Factores medioambientales: el tabaco se ha mostrado como un claro factor de riesgo de la patología, al igual que las dietas grasas.

  • Hipercolesterolemia:

El colesterol es una sustancia grasa que se encuentra en el organismo y que es necesaria para la realización y regulación de funciones como la formación de los ácidos biliares u hormonas (como las sexuales o las tiroideas).

El colesterol del organismo procede de los alimentos que se ingieren y del colesterol que el hígado es capaz de elaborar por sí mismo. El hígado actúa como una estación de servicio de colesterol, sirve como depósito, y es origen y destino del colesterol que va y viene de los tejidos del organismo y las arterias de manera constante. El colesterol es una grasa por lo que no es soluble en agua y no puede circular libremente por el torrente sanguíneo, al igual que el aceite no puede mezclarse con el agua. Por lo tanto, el colesterol necesita ser transportado en el interior de pequeñas esferas llamadas lipoproteínas que lo distribuyen por todo el organismo. Aunque en realidad solo existe un tipo de colesterol, normalmente se hace referencia a colesterol “bueno” y colesterol “malo”. Esta clasificación hace referencia a la lipoproteína que lo transporta.

LDL o lipoproteína de baja densidad. Transporta el llamado “colesterol malo” porque, al dirigirse desde el hígado a los tejidos, también se deposita en las paredes de las arterias.

HDL o lipoproteína de alta densidad. Transporta el llamado “colesterol bueno” porque distribuye el colesterol desde los tejidos y las arterias (que ayuda a limpiarlas) hacia el hígado para su metabolismo.

En situación normal el colesterol se mantiene mas o menos constante en nuestro organismo (hay un equilibrio entre el colesterol que ingerimos y el que fabrica el hígado). Cuando hay poca cantidad en la alimentación, el hígado aumenta la fabricación propia y disminuye la eliminación. Nuestro organismo está preparado para vivir con poca ingesta de colesterol, pero no funciona tan bien si la ingesta es elevada y debe eliminarlo, Por ello si a lo largo de la vida el consumo de colesterol es elevado por una dieta poco saludable se irá acumulando en las arterias. Y provocara un riesgo cardiovascular importante.

Se considera que el valor «ideal» de colesterol total en sangre debería ser inferior a 200 mg/dl, y en general, se habla de hipercolesterolemia cuando los niveles de colesterol superan los 240-250 mg/dl.

Otra enfermedad que se puede evitar con una buena alimentación y con un estilo de vida activo.

  • Osteoporosis:

La osteoporosis es una enfermedad que se caracteriza por una disminución de la densidad de los huesos a causa de la pérdida del tejido óseo normal. Esto conlleva una disminución de la resistencia del hueso frente a los traumatismos o la carga, con la consiguiente aparición de fracturas.

El hueso es un tejido vivo, en constante renovación. Por un lado se forma hueso nuevo (formación ósea), y, simultáneamente, se destruye hueso envejecido (reabsorción ósea).

Aparece osteoporosis cuando se rompe el equilibrio entre ambas, bien porque disminuya la formación de hueso nuevo, o bien porque aumente la reabsorción, o por ambas causas simultáneamente.

En la osteoporosis no se producen síntomas, no hay dolor alguno, los huesos se vuelven más porosos, aumentado el número y la amplitud de las celdillas que existen en su interior. Están más delgados y frágiles y resisten peor a los traumatismos, fracturándose con facilidad. Las localizaciones más frecuentes de fracturas osteoporóticas son: muñeca, cadera y vertebras.

Como medidas generales, se debe seguir una dieta rica en calcio y baja en proteínas, la abstención de tóxicos como el tabaco y el alcohol, y el ejercicio físico habitual.

Cuando la dieta no garantiza una cantidad adecuada de calcio, deben administrarse suplementos. En muchas ocasiones se asocia la administración de vitamina D, ya que facilita la absorción y utilización del calcio.

Hay más enfermedades relacionadas con la edad avanzada pero aquí ya tenemos algunas de las más importantes, vemos que casi todas se pueden prevenir con un estilo de vida saludable, hacer ejercicio y una alimentación adecuada.

Amparo Fernandez
a.fernandez@novadiet.es