01 Jun Digestión y baño
La digestión es el proceso de transformación de los alimentos en sustancias más sencillas para ser absorbidos.
También es el proceso en que los alimentos al pasar por el sistema digestivo son transformados en nutrientes y minerales que necesita nuestro cuerpo.
El tiempo que tarda un alimento en recorrer los nueve metros de tracto digestivo, desde que entra en la boca hasta que se defeca, varía dependiendo de múltiples factores, como su naturaleza (sólido o líquido) y su composición en grasas, proteínas e hidratos de carbono. También influye el estado de la salud del aparato digestivo; por ejemplo, el equilibrio de la microflora que tapiza los intestinos. Así, la digestión total de un alimento puede durar entre diez horas y varios días, aunque lo que se conoce como hacer la digestión, la que sucede en el estómago, dura entre dos y cuatro horas.
El tiempo en que los alimentos cumplen este proceso puede variar, hay alimentos de digestión rápida y de digestión lenta. El tiempo que tome un alimento para ser digerido depende de primero la habilidad masticatoria, se debe masticar 35 veces en promedio cualquier alimento para facilitar la digestión.
Segundo de la complejidad de su estructura química, los alimentos fuente de carbohidratos pueden ser simples (alimentos duces, frutas, azúcar, miel, harinas, cereales para niños) o complejos (almidones de tubérculos, los carbohidratos de las menestras, fideos, fibra etc). Los alimentos fuente de proteína pueden variar también, por ejemplo la proteína del pescado es más fácil de digerir que las carnes rojas en general.
La cocción del alimento es otro factor, aquellos que requieren de cocción es justamente para poder ser digeridos y aprovechados. Los alimentos mientras más cocinados estén serán más fácil de digerir.
La combinación del alimento ha sido un tema muy asociado al aumento de peso, sin embargo está más relacionado al tema de la digestión. La grasa, el vinagre, las salsas, las frituras, el exceso de sal y azúcar en una comida retrasan la digestión.
El tiempo de permanencia de los alimentos en el estómago varía por ejemplo: frutas y zumos de frutas suelen tardar 30 minutos, ensaladas o verduras crudas 2 horas; comida bien combinada sin carne 3 horas; comida bien combinada con carne 4 horas; cualquier comida mal combinada 8 horas.
La digestión está dividida en cuatro procesos separados:
- Ingestión: poner la comida en la boca.
- Digestión mecánica y química: la masticación para rasgar y aplastar los alimentos y la agitación del estómago. La adición de químicos (ácidos, bilis, enzimas y agua) para degradar moléculas complejas hasta estructuras simples.
- Absorción: movimiento de los nutrientes desde el sistema digestivo hasta los capilares circulatorios y linfáticos a través de la ósmosis, el transporte activo y la difusión.
- Excreción: remoción de materiales no digeridos del tracto digestivo a través de la defecación o la regurgitación.
A todos en algún momento de nuestra vida, alguien nos dijo que si nadábamos inmediatamente después de comer nos daría una indigestión.
Su nombre médico es Síncope por Hidrocución que consiste en la pérdida del conocimiento provocado por un brusco contraste de temperatura corporal entre la que el cuerpo tiene antes de meterse en el agua y la temperatura corporal al momento de sumergirse en el agua (especialmente en aguas frías).
Esta situación no solamente se produce cuando después de comer uno se mete a nadar. Esto también puede suceder tras una exposición prolongada al sol o después de realizar ejercicio físico intenso. La piel se calienta y se dilatan las arterias y las venas, que acumulan gran cantidad de sangre. Si la persona es expuesta inmediatamente después al contacto con agua fría, se produce una constricción de los vasos sanguíneos de la piel, y el volumen de sangre se dirige a la red circulatoria interna, en especial al tubo digestivo, lo que puede dejar sin riego sanguíneo a órganos vitales como el aparato respiratorio y corazón, pudiendo sufrir una parada, seguida de la pérdida del conocimiento.
Síntomas:
- Enrojecimiento, calor, hormigueos y picor en la piel, particularmente en la cara interna de brazos y piernas y en el abdomen.
- Sensación anormal de fatiga, vértigos, dolor de cabeza, dolores o pinchazos en la nuca.
- Trastornos oculares como vista borrosa, luces, etc.
- Zumbidos en los oídos.
- Calambres musculares o dolores articulares.
A veces el síncope se puede presentar tan repentinamente que la persona se hunde bruscamente, sin dar muestra de problema alguno.