22 Abr Divertículos y alimentación
Los divertículos son pequeñas protuberancias con forma de saco que pueden formarse en cualquier porción del tracto gastrointestinal, si bien donde aparecen con mayor frecuencia es en el intestino grueso, concretamente en el colon. La mayor parte de ellos se producen por un aumento en la presión interna del colon.
Cuantos menos alimentos ricos en fibra se consumen, mayor es la presión en el interior del colon y, por tanto, más frecuente es la aparición de estas protuberancias.
En la mayoría de los casos, las personas con divertículos no muestran ningún síntoma. La presencia de divertículos no es peligrosa en sí. No obstante, si el divertículo se lesiona o se infecta por acumulación de heces se desarrolla diverticulitis, que se cursa con cuadros de sangrado al defecar, dolor, inflamación abdominal e incluso fiebre.
Los pacientes con manifestaciones clínicas leves (dolor abdominal, acompañado de febrícula con mínimos hallazgos en la exploración física, sin signos peritoneales y ausencias de leucocitosis, sin factores de riesgos inmunosupresión o comorbilidad) sin náuseas ni vómitos y con buen apoyo social, pueden ser tratados de forma ambulatoria con dieta líquida, para mantener una adecuada hidratación, y administración oral de antibióticos, durante 7-10 días. Los pacientes con diverticulitis aguda grave, deber ser hospitalizados.
Tratamiento dietético con fibra para la diverticulosis
Se deben incorporar alimentos ricos en fibra, al principio cocidos y en pequeñas raciones. Las hortalizas y las verduras, como por ejemplo alcachofas, frutas del bosque, mora, frambuesa, naranja, granada y el kiwi son los más representativos. Las legumbres también son alimentos ricos en fibra. Si se toman acompañadas de verduras, la cantidad de fibra es aún mayor.
Cuando estos alimentos han sido bien tolerados, se deben incluir cereales integrales, como por ejemplo avena, arroz, trigo y todos sus derivados. La fibra se debe incluir de forma fraccionada, con el objetivo de evitar la constipación.
Lo que debemos evitar:
1º Evitar las semillas de los tomates, calabacines, berenjenas, kiwis.
2º Evitar grandes cantidades de comida suministradas en pocas dosis (es mejor comer reducido y fraccionado).
3º Evitar comidas que sean difíciles de digerir.
4º Evitar comidas muy calientes o muy frías (es mejor templadas).
5º Evitar sabores y aromas irritantes o excitantes.
6º Evitar quesos curados y lácteos sin desnatar.
Debemos tener muy clara la diferencia entre diverticulosis (fase en la que sí nos ayuda la fibra en nuestra alimentación) y diverticulitis (no es bueno tomar fibra en la alimentación durante esta fase: es más conveniente tomar una dieta pobre en residuos) y, sobre todo, seguir los consejos del profesional que nos trate.
Bibliografia:
– Elsevier