ESTREÑIMIENTO. EDAD AVANZADA

Se trata de uno de los trastornos más comunes entre la población, aumentando su frecuencia a partir de los 60 años y siendo más común en mujeres que en hombres.

Todos hemos sufrido en algún momento estreñimiento leve y transitorio, por ejemplo, al cambio de dieta, en unas vacaciones, por un problema emocional. En estos casos no reviste mayor importancia y se puede solucionar fácilmente. El problema estriba cuando el estreñimiento se prolonga en el tiempo y se convierte en un estreñimiento crónico.

¿Qué es?

Lo primero que debemos de saber que el estreñimiento no es una enfermedad, sino un síntoma de que algo no funciona correctamente en nuestro aparato digestivo.  En la mayoría de los casos se trata de un estreñimiento funcional, que está relacionado con la motilidad del tracto intestinal y que se debe a una dieta inadecuada y a la falta de actividad.

Aun así, en una pequeña minoría de casos, el estreñimiento puede ser la manifestación de una enfermedad más o menos grave. De ahí que ante determinadas señales de alerta debamos acudir al especialista.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el estreñimiento se produce cuando se dan menos de tres deposiciones a la semana, con heces muy secas y escasas (menos de 50 g/día). Además, las personas estreñidas tienen una sensación de no haber vaciado bien el intestino y que les cuesta un gran esfuerzo el acto de evacuar.

Tipos de estreñimiento:

  • Pasajero: ya hemos comentado que aparece ocasionalmente y se debe a interrupciones de hábitos de vida como pueden ser un cambio de dieta, un viaje, la toma de algún medicamento.
  • Crónico o habitual: se caracteriza por presentarse en periodos prolongados y normalmente en el inciden desde unos malos hábitos higiénico-dietéticos hasta distintas enfermedades. Se denomina crónico cuando persiste por un tiempo superior a los 6 meses.

A pesar de los cambios fisiológicos que conlleva la edad como son la atrofia de la mucosa intestinal, la disminución de los movimientos de propulsión del colon, el estreñimiento no debe considerarse como algo normal en las personas mayores y ha de buscarse la causa.

Consecuencias del estreñimiento.

La más inmediata consiste en una disminución de la calidad de vida ya que suele empeorar el apetito, digestiones, descanso e incluso el estado anímico de la persona. También son frecuentes las molestias gastrointestinales como son distensiones, dolor abdominal… haciendo muchas veces que sea imposible controlar la salida de gases provocando aislamiento social debido a la vergüenza que pueda ocasionar.

También son consecuencias del estreñimiento, las hemorroides, diverticulosis, fisura anal, impactación fecal o fecaloma y apendicitis.

Tratamiento: Dieta rica en fibra.

El incremento de la fibra debe ser gradual para evitar flatulencias y molestias abdominales. Se aconseja un consumo de 25 a 30 gr diarios con una relación de fibra insoluble/soluble de 3/1. La mayoría de los alimentos de origen vegetal tienen contienen ambos tipos de fibra. Los alimentos de origen animal no contienen fibra.

Como conseguir aumentar la fibra en nuestra alimentación:

  • Sustituye los cereales refinados por cereales integrales: pan integral, arroz integral, maíz dulce, centeno, avena, galletas o tostadas integrales. Toma cereales o derivados, al menos 5 veces al día.
  • Toma legumbres, al menos 3 veces por semana: garbanzos, lentejas, alubias secas, habas, guisantes, soja. Es preferible tomarlas cocidas y enteras, con su piel.  Se pueden tomar con arroz, patata, verduras y así suavizar su sabor, aroma y meteorismo que puedan provocar.
  • Toma al menos 3 raciones de fruta y 2 de verduras cada día: Frutas (kiwi, pera, manzana, ciruelas, frambuesas, moras, etc.) preferiblemente crudas y con piel; frutas secas (ciruelas, dátiles, pasas, etc.); verduras (alcachofas, acelga, espinacas, espárragos, puerros, alubias verdes, brécol, berza, pella, lechuga, escarola, setas, champiñones, etc.). Algunas frutas poseen mayor carácter laxante como son las naranjas, mandarinas, ciruelas y kiwis que otras.
  • Si no se tiene problemas de sobrepeso, se puede incluir en la alimentación varias veces a la semana un puñadito de frutos secos, (almendras, nueces…).
  • Incluye 3 o 4 raciones de lácteo al día (leche, yogur y/o queso) y procura que una de esas raciones sea un probiótico ( yogur con bifidobacterias o lactobacilos).
  • El consumo de azúcares y dulces ayudan a endurecer las heces.
  • El exceso de sal, común en las dietas normales suele ir acompañado de una falta de magnesio y de potasio, lo que puede conducir a estados espasmódicos en la zona del tracto intestinal, llegando incluso al estreñimiento.
  • Bebe abundante líquido para que la fibra contenida en los alimentos se “hinche” y aumente el volumen el bolo fecal. La recomendación es entre 1,5 y 2 l diarios de agua, infusiones, caldo de verduras y carne desgrasados. Ello resulta no solo beneficioso para el estreñimiento sino también para el buen funcionamiento del riñón.
  • Realiza actividad física moderada, simplemente con caminar media hora al día se estimula de forma natural el funcionamiento del intestino.
  • No posponer el momento de ir al baño cuando se tenga ganas. Crear el hábito de ir al baño todos los días a la misma hora, aunque no se sienta la necesidad.

 

Fuentes

www.restauracióncolectiva.com

Repiso Ortega A. Estreñimiento. Todas las soluciones a tu alcance. 2012, Editorial Océno, S.L.

SEEN. Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición

Isabel Antón
iantoncorvo@gmail.com