23 Ago Hipertensión arterial
El corazón se contrae (sístole) y se relaja (diástole). Cada vez que se contrae impulsa
La sangre hacia las arterias, originando una presión en ellas que permite que dicha sangre circule por todo el cuerpo.
Cuando nos toman la “tensión” nos dan dos cifras. La primera de ellas registra la presión que se produce en las arterias cuando se contrae el corazón, es la PRESIÓN SISTÓLICA, conocida comúnmente como “tensión alta”. La segunda cifra que nos dan es la presión que se registra cuando el corazón se relaja, es la PRESIÓN DIASTÓLICA, o “tensión baja”.
La presión se mide en milímetros de mercurio (mmHg) y son tres cifras, por ejemplo 120 mmHg, sin embargo en el lenguaje cotidiano decimos: “tengo 12 de tensión”.
Si la tensión sube por encima de las cifras consideradas por los expertos como normales, hablamos de hipertensión (HTA). Puede subir la alta, la baja o ambas; en cualquier caso se habla de hipertensión.
En el año 2007 las Sociedades Europeas de Hipertensión y de Cardiología clasificaron la tensión arterial según sus cifras:
Presión Sistólica = Tensión Alta
Presión Diastólica = Tensión Baja
El problema de la hipertensión es que es una enfermedad silenciosa que puede afectar a órganos vitales como el corazón, el cerebro y los riñones, siendo además un factor importante de riesgo cardiovascular (infarto, angina, trombosis).
Existen una serie de factores que predisponen a padecer hipertensión y que se podrían controlar, como son la obesidad, el estrés, el consumo excesivo de sal y alcohol, el tabaco y el sedentarismo.
Cuidemos nuestro corazón y nuestros vasos sanguíneos.