10 Jun Hipotiroidismo subclínico
Cada día en consulta es más común encontrarnos pacientes afectados de la glándula tiroides. Una glándula endocrina cuya función es regular el metabolismo y la sensibilidad del cuerpo a otras hormonas y que necesita del yodo para producir las suyas propias.
¿Qué es?
Se trata de una alteración de la glándula tiroides que cursa con poca sintomatología, o muy inespecífica cuando se presenta. Es más frecuente en mujeres que en hombres y la incidencia va aumentando a medida que aumenta la edad.
¿Cómo se diagnostica?
Se diagnostica mediante una analítica de sangre en la cual el valor de TSH (tirotropina u hormona estimulante de la tiroides) presenta valores elevados pero la presencia de T4/T3 (hormonas tiroideas) están dentro de los rangos normales.
¿Cuál es su causa?
Son múltiples las razones por las que se puede desarrollar el hipotiroidismo: aporte insuficiente de yodo en la dieta, enfermedad autoinmune, bocio, medicación con ciertos fármacos, tratamientos con yodo, post-radioterapia, inflamatoria, extirpación de la glándula tiroides…
¿Cuáles son los síntomas?
Como comentamos anteriormente, los pacientes con hipotiroidismo subclínico suelen ser asintomáticos aunque se ha observado que pueden cursar variedad de efectos adversos como hiperlipidemia (aumento del LDL y disminución del HDL), enfermedad cardiovascular, alteración de la función cognitiva (depresión, alteración del ánimo, fatiga, etc), disminución de la función metabólica (asociada a aumento de peso, hinchazón, dolores musculares, etc), caída de pelo, anemia, estreñimiento…
Tratamiento
Por lo general, es una alteración que no se trata con fármacos hasta que los valores de TSH y T4/T3 no superan los rangos pautados por el laboratorio, pero se recomienda que cada caso sea tratado de manera individual y siempre por el médico especialista.
En el caso de que el especialista no paute el tratamiento con fármacos es de vital importancia el seguimiento de ciertas pautas dietéticas, que os voy a contar a continuación.
Alimentos para el hipotiroidismo.
Según la OMS (Organización Mundial de la Salud) un 40% de la población está en riesgo de tener un déficit de yodo. Un adulto sano necesita ingerir al día 200 mcg de este mineral.
- Vegetales y legumbres: el yodo es un mineral que podemos encontrar en el sustrato, por lo tanto se encontrará en mayor o en menor medida en los alimentos cultivados en la tierra.
- Sal de mesa yodada.
- Pescados y mariscos, ya que el mar es una fuente importante de yodo.
- Algas marinas: contienen gran cantidad de yodo, aunque hay que tener cuidado con ellas porque debido a esa gran concentración pueden provocar aún más alteración de la glándula.
Alimentos bociógenos
Existen ciertos alimentos con antinutrientes, sustancias que dificultan el aprovechamiento en este caso del yodo por parte del organismo, impidiendo así que se pueda utilizar para la formación de hormonas tiroideas.
Estos alimentos son:
- Crucíferas: coles, berza, coliflor, repollo, brócoli…
- Nabo, mostaza.
- Nueces, piñones, cacahuetes.
- Soja y sus derivados.
Es importante saber que se pueden consumir estos alimentos siempre y cuando estén cocinados o fermentados, ya que el calor destruye esas sustancias y con ello su efecto perjudicial. En el caso de los frutos secos se aconseja que sean tostados.
Cabe destacar también, la importancia de prescindir de la soja y sus derivados ya que aumentan la excreción fecal de la tiroxina.
Consejos saludables
Además de las pautas dietéticas con alimentos a consumir y a evitar, también podemos seguir ciertas rutinas:
- Realizar 4 o 5 comidas al día.
- Emplear métodos de cocción más saludables (como el horno, el vapor, la plancha…).
- Evitar alimentos ricos en azúcares y grasas saturadas (bollería, embutidos, salsas, refrescos…).
- Aumentar el consumo de alimentos ricos en fibra.
- Realizar una actividad física moderada (caminar a buen ritmo, nadar, clases colectivas…).
- Evitar el tabaco, ya que también tiene un efecto bociógeno.