01 Oct Importancia de las proteínas en la alimentación de las personas mayores
El envejecimiento es un proceso natural y progresivo que cada uno de nosotros experimenta con diferente intensidad. En esta etapa de la vida se producen alteraciones estructurales y funcionales en los diferentes tejidos del organismo. Estas alteraciones funcionales pueden llevarnos a un estado de desnutrición. Como ejemplos podemos hablar de la disminución de las papilas gustativas y la capacidad olfativa, así como la producción de saliva . El tránsito de los alimentos por el esófago también se hace más lento y hay una menor secreción de ácido en el estómago, lo cual afecta a la digestión de los alimentos que comemos. También es frecuente la intolerancia a la lactosa, lo que limita el consumo de algunos lácteos, y la alteración de la capacidad de masticación, con lo que disminuye el consumo de alimentos como la carne.
Todos estos cambios, junto con factores sociales por los que cada vez más personas mayores viven solas y con menos posibilidades económicas, han favorecido el aumento de la desnutrición en este grupo poblacional. Preocupa especialmente la desnutrición proteica. De ello vamos a hablar en este artículo.
Según los expertos, los adultos mayores sanos necesitan más que cuando eran más jóvenes, para ayudar a preservar la masa muscular. Aparte de los factores antes citados que favorecen la disminución del aporte proteico de la dieta , nos encontramos que en estas edades el sedentarismo es más acusado y esto implica un deterioro de la masa muscular que compromete la movilidad, la dificultad de recuperación de determinadas enfermedades y la pérdida de independencia personal.
En un estudio de 2018 en el que se hizo un seguimiento de más de 2900 adultos mayores durante 23 años, se vió que los que consumían mayor cantidad de proteínas tenían mayor capacidad funcional que los que lo hacían en menor cantidad.
¿Cuánta proteína se recomienda en personas mayores al día?
Se recomienda ingerir 0,8 gramos de proteína por Kg de peso corporal, en el caso de adultos mayores sanos. Se debe de distribuir la proteína durante todo el día de manera que tengamos ingesta proteica en el desayuno, media mañana , comida , merienda y cena .
Se sugiere que se ingiera de 25 a 30 g de proteína por comida.
¿Todas las formas de proteína son válidas?
La proteína animal contiene los nueve aminoácidos esenciales que nuestro cuerpo necesita. Son fuente de proteínas animales alimentos como la carne, el pescado , los huevos y los lácteos.
Ciertas proteínas vegetales carecen de algún aminoácido y, por esta razón, combinar diferentes fuentes de proteína vegetal ayuda a conseguir todos los aminoácidos necesarios y a obtener proteína completa. Además, nos beneficiaremos de su fibra, vitaminas y minerales.
Los frutos secos y cereales, por ejemplo, carecen del aminoácido lisina –menos la quinoa y el amaranto, aunque estos se consideran pseudocereales–, mientras que las legumbres suelen carecer de metionina –menos el garbanzo, la soja y las alubias blancas. Para obtener los aminoácidos completos solo hay que combinar los dos grupos de proteína a lo largo del día.
Por eso, comer legumbres con cereales –una tostada de pan con hummus, tortillas mexicanas con azukis, las típicas lentejas con arroz…–, cereales con frutos secos –granola de avena con nueces, ensalada de arroz con picada de avellanas…– o legumbres con frutos secos –brownie de azuki y avellanas, hamburguesas vegetales, garbanzos con piñones…– a lo largo del día permiten obtener los diferentes tipos de aminoácidos esenciales .
En definitiva , la pauta dietética para el adulto mayor sano debe ser muy variada , adaptada en textura para facilitar su masticación y atractiva a los sentidos. Disfrutar con la alimentación y lograr una nutrición óptima será el objetivo a alcanzar .