14 Oct Las claves para sentirse motivado
La motivación en el coaching nutricional
Por medio del coaching nutricional se pueden mejorar los hábitos alimentarios y, en consecuencia, optimizar el estado nutricional mediante el control del peso, así como mejorar otros indicadores de salud como la glucemia, el colesterol, o la presión arterial. El coaching nutricional no sólo está enfocado a perder peso, sino a entender cómo comemos, qué se hace mal, qué hábitos hay que cambiar y qué otros nuevos hay que incorporar.
Esta mejora siempre ha de estar planteada a partir de unas pautas alimenticias adecuadas, aconsejadas por los distintos profesionales sanitarios que actúan como «coach», convirtiéndose éstos en los que acompañan en su proceso de cambio al “coachee”, que es la persona que ha decidido responsabilizarse para conseguir sus propósitos u objetivos.
La persona que busca un coach, no recibe de manera pasiva sus consejos y obedece sin rechistar los mandatos del otro, sino que toma parte activamente en la consecución de sus propios objetivos, debe de estar motivada para ello y tener ganas suficientes de poner en marcha todo lo necesario que le llevará el éxito, a lograr lo deseado.
El coachee, con la ayuda de su coach, debe averiguar cuál es su verdadera motivación, aquello que le empuja a dirigirse hacia un determinado objetivo, esto se hace a través del «para qué». Una persona que lo que quiere es perder peso, por ejemplo, comenzará su proceso de forma más positiva cuando se plantee “para qué quiere perder peso”. Así, el coach le va haciendo preguntas, para que ambos sepan lo que esa persona quiere lograr, pero sobretodo, para qué lo quiere lograr. No es lo mismo decir, sin más, como objetivo: “yo quiero perder 10 kilos”, que ser consciente de “para qué” quiere perder esos 10 kilos.
Las respuestas son únicas y muy personales pues cada uno tiene sus propias motivaciones:” para que cuando me mire en el espejo me vea bien”, “para que no me duela la espalda”, “para sentirme bien conmigo misma”, “para poder rendir más en el deporte”, y así podríamos enumerar decenas de motivos que, al recordarlos, hacen que esa persona consiga encontrar el empuje necesario para llegar a su meta.
De esta forma, la motivación es una pieza clave en todo el proceso y, para ello, es habitual cambiar cierta dinámica en la forma de pensar. Una frase mal planteada sería: «como no tengo fuerza de voluntad, no perderé peso nunca«. Debería cambiarse por: «como quiero perder peso, encontraré la forma de hacerlo».
Suele ocurrir que al principio uno va con unas ganas, más o menos altas, de conseguir su meta. Esto se puede valorar con la escala de la motivación: el coach pregunta a la persona que le diga, del 1 al 10, lo motivado que se siente y normalmente, si responde con un 8, 9, o 10, pues esto es un indicador de que esa persona está altamente motivada y hará seguramente todo lo necesario para progresar en su empeño.
Pero puede ocurrir que la motivación de esa persona decaiga por cualquier motivo, bien por un estancamiento en el peso, o bien porque ha sucedido algo en su vida que le preocupa y ya no está prestando la atención necesaria a sus actos, por lo tanto el objetivo que tan importante era hacía unas semanas, o meses, ha perdido intensidad…de algún modo ha perdido la motivación.
Motivar a una persona no es tan sencillo como decir: “tómate un café con una amiga”, “mira este video”, “pégate esta frase motivadora donde más te guste “o decirle: “piensa si merece la pena en este momento tirar por tierra todo lo conseguido hasta ahora”.
Digo esto porque si esa persona se encuentra apática, desilusionada o triste, hacerle recuperar la ilusión no es fácil pues seguramente se encuentra en un momento emocional complicado, pero ahí entra el coach con sus recursos. Por otro lado, toda persona podrá cambiar, si quiere cambiar.
¿Cómo hacer para recuperar la motivación?
Una frase que me gusta mucho y que es simple y directa es: ”deja de hacer las cosas que no tienes que hacer y empieza a hacer las cosas que sí tienes que hacer.”
La verdadera motivación, las ganas de comerse la vida a cucharadas, es la consecuencia natural de ser lo que somos y de hacer lo que tenemos que hacer. Tan sencillo como esto.
La desmotivación es un indicador que nos informa de que no estamos donde tenemos que estar o haciendo lo que tenemos que hacer.
¿Y cuál es ese lugar? Es el lugar donde podemos servir más y mejor a otras personas con las habilidades que la vida nos ha regalado.
Es posible que hoy puedas no estar en ese lugar, pero si hay algo que he podido comprobar es que las personas que empiezan a caminar hacia ese sitio empiezan a sentirse motivadas de forma natural desde el mismo momento en el que empiezan a caminar y que esto no está relacionado con la meta sino con saberse en el camino correcto.
Estas son las 4 claves para estar motivado:
1- Haz lo que tienes que hacer.
Estar motivado es la consecuencia natural de trabajar cada día en nuestro propósito. Si tu situación actual no te lo permite prueba a dedicarle un rato cada día a este propósito y comprobarás como te vuelves a sentir motivado. Todo el mundo, por mala que sea su situación, puede encontrar un rato cada día, por pequeño que sea, para caminar hacia un nuevo lugar para su vida. Ponte a ti mismo en una situación en la que puedas servir más y mejor a los demás con lo que verdaderamente eres. Cuando lo hagas la motivación llegará inevitablemente. Haz cada vez más lo que tienes que hacer y cada vez menos lo que no tienes que hacer.
2- Deja de caerle bien a todo el mundo.
Se auténtico. Respeta tu ser. Se la persona que verdaderamente eres. Ser auténtico contigo mismo no debería ofender a nadie. Ninguna persona excepto tú sabe qué es lo mejor para tu vida así que cuando sientas algo, actúa en consecuencia. Es mucho más fácil prevenir los problemas que solucionarlos y la mejor manera de solucionarlos es dejar de hacer cosas por caer bien o lograr la aceptación y empezar a hacerlas para ser la mejor versión de ti mismo.
3- Adopta la costumbre de hacer 3 cosas cada día.
La primera es hacer algo que te haga mucha ilusión, una cosa que te guste. Encuentra qué te gusta y hazlo, es clave para estar motivado. La segunda es hacer algo que sea importante y estratégico en tu carrera profesional. Una tarea que verdaderamente vaya a marcar la diferencia. Una al día es suficiente. La tercera es algo con o por tus seres queridos. Es muy difícil que si cada día haces estas tres acciones te sientas desmotivado.
4- Cuídate en el aspecto físico, emocional, intelectual y espiritual.
Estar llenos de energía nos permite estar más motivados. Cada día pon el foco en cuidar tu cuerpo, tu mente, tus emociones y tu vida espiritual. Estar motivado será la consecuencia natural de hacer lo anterior cada día.
Fuentes:
Mcrcoaching.com (Sergio Fernández: ¿estás motivado?)
www.consumer.es (Juan Revenga:” el coaching nutricional o asesoramiento en alimentación y nutrición)