19 Sep Pautas para evitar la obesidad infantil
b
Cada vez son más los niños obesos en todo el mundo, lo cual resulta muy preocupante. La obesidad infantil es una epidemia que traerá consigo graves problemas y trastornos para las futuras generaciones.
Las grandes causas de este grave problema son exactamente dos:
- El cambio en los hábitos alimenticios
- La vida sedentaria
El cambio de hábitos alimenticios: se ha pasado de una alimentación natural compuesta por cereales, frutas, verduras y carnes, a la comida rápida, a la cual se recurre por falta de tiempo.
La actividad física: existe en los niños actuales un sedentarismo provocado por los videojuegos, la televisión, y demás actividades realizadas desde el sofá.
Cuando un niño tiene sobrepeso, la realización de ejercicio puede costarle y fatigarle, por lo cual todo debe realizarse de manera gradual. Deben sentirse siempre muy motivados por sus padres.
Estudios han demostrado que la obesidad infantil acorta la esperanza de vida y empeora la calidad de vida de futuros adultos.
La dieta de un niño debe seguir estas pautas:
- Lo primero es hacerles entender que deben aprender a comer de forma saludable.
- Utilizar los juegos para hacerles entender las mejoras que van experimentar.
- El menú diario debe constar de tres comidas principales: desayuno, comida y cena, además de una a media mañana y merienda.
- Las meriendas deben estar constituidas por lácteos o frutas.
- Evitar comprar y tener en casa aquellos alimentos que el niño no puede COMER: chocolates, golosinas, bollería, patatas fritas y snacks grasos.
- Todos los miembros de la familia deben comer de forma sana y no hacer un menú especial para ellos, evitando así que el niño se sienta apartado y obligado.
- Usar métodos de cocción que no sean frituras, es decir, horno, plancha, hervido, al vapor, parrilla…
- Evitar los rebozados y empanados.
- Aliñar con aceite de oliva.
- Suprimir refrescos muy azucarados tipo colas, limonadas…
- Absolutamente prohibido consumir bollerías industriales.
- Evitar los embutidos y elegir solo aquellos bajos en grasas.
- Las raciones de patata, pasta y arroz deben ser moderadas, aproximadamente unos 150 gramos al día en peso cocido.
- El pan debe consumirse también de forma controlada, un trocito en la comida será suficiente.
- Los lácteos deben consumirse semidesnatados o desnatados.
- Consumir legumbres dos veces a la semana.
- El consumo de alimentos frescos es primordial: frutas (2 unidades diarias) y verduras.
- Aumentar el consumo de pescado: una ración por día es lo ideal.
- Las carnes rojas también son necesarias por su alto aporte de hierro. Deben elegirse las magras y quitar toda grasa.
- Los huevos deben consumirse en una frecuencia de tres a cuatro unidades semanales.
Es muy importante que los padres estén muy implicados en el cambio de alimentación de los hijos… sirviendo como ejemplo ellos mismos.