28 Abr RELACIÓN ENTRE ALIMENTACIÓN Y SALUD
La alimentación juega un papel fundamental en nuestro estado de salud. Alimentarse bien puede prevenir la aparición de muchos problemas físicos. Una incorrecta alimentación está entre las causas directas de sobrepeso y obesidad. Hoy en día, la alimentación se ha convertido en un tema de interés para muchísimas personas, no solo como método para bajar de peso, sino como parte fundamental de una vida lo más saludable posible. Aunque nos cueste creerlo, lo que comemos tiene una influencia directa en nuestra salud. De ahí que sea conveniente su control y vigilancia, tratando de adoptar hábitos beneficiosos.
Sabemos que ciertas patologías pueden combatirse con una dieta apropiada, por ejemplo, si tenemos el colesterol elevado, a través de la alimentación podemos regular los niveles de colesterol y estamos previniendo algo tan importante como la aparición de enfermedades cardiovasculares. El nutricionista puede ser un gran aliado en el tratamiento de muchas enfermedades como problemas óseos, renales o para mitigar los síntomas de la menopausia.
Según la OMS, las dietas poco saludables unidas a la falta de actividad física es uno de los principales factores de riesgo para la salud en todo el mundo. Es por ello que no hay que escatimar esfuerzos a la hora de implantar y fomentar hábitos de alimentación saludables, sobre todo en las primeras etapas de nuestra vida.
Actualizar nuestros conocimientos en materia de nutrición tiene como objetivo establecer las mejores recomendaciones dietéticas destinadas a prevenir la enfermedad y promover una salud óptima.
La tecnología alimentaria avanza de forma rápida y genera nuevas perspectivas en nutrición, y corresponde a la legislación en materia de seguridad alimentaria hacer que los nuevos alimentos no impliquen riesgo para la salud de los consumidores.
La tendencia actual es la de conseguir una alimentación óptima y la industria alimentaria está atenta a la posibilidad de vender alimentos con valor añadido a través de los llamados alimentos funcionales, cada vez más presentes en las estanterías de los supermercados y cuya capacidad preventiva y curativa debemos conocer para trasladar al paciente y consumidor la información adecuada.
Para mantener las funciones vitales y de relación, es necesario aportar al organismo los nutrientes que precisa en función de su sexo, edad y actividad física y esto se realiza a través de la alimentación. Se considera alimentación saludable aquella que es capaz de cubrir las necesidades nutricionales y energéticas del individuo; pero el concepto de alimentación es más amplio y debe aportar aspectos placenteros desde el punto de vista psicológico, así como facilitar las relaciones familiares y sociales.
Se considera dieta equilibrada aquella que contiene todos los alimentos necesarios para conseguir un estado nutricional óptimo, cumpliendo los siguientes objetivos: a) aportar una cantidad de nutrientes energéticos (calorías) que sea suficiente para llevar a cabo los procesos metabólicos y de trabajo físico; b) suministrar suficientes nutrientes con funciones plásticas y reguladoras (proteínas, minerales y vitaminas); c) ser variada, debido a que no existe ningún alimento que contenga todos los nutrientes esenciales, y d) que las cantidades de cada uno de los nutrientes estén equilibradas entre sí.
La dieta mediterránea, cuyo papel preventivo en la mortalidad cardiovascular es bien conocido, está caracterizada por la simplicidad en el proceso de transformación del producto, así como por la utilización de cereales, verduras, frutas y aceite de oliva, un consumo moderado de pescado, lácteos y alcohol y una baja ingesta de carnes y dulces, y es considerada una de las dietas más sanas y equilibradas para el ser humano. Hay estudios que evidencian una mejora en la salud cardiovascular al influir positivamente en el perfil lipídico (disminuye el colesterol-LDL y los triglicéridos, aumenta o mantiene los niveles de colesterol-HDL); reduce la oxidación de los lípidos, disminuye el riesgo de aterotrombosis y mejora la función endotelial y de la pared vascular. Además, ayuda a controlar la presión arterial, la diabetes (al ser rica en carbohidratos complejos: cereales, verduras y frutas y en aceite de oliva, que mejoran los niveles de glucosa y la resistencia a la insulina) y, también, a controlar la obesidad y el síndrome metabólico pues a pesar de no ser una dieta pobre en grasas, debido a su gran variedad y palatabilidad, abundancia en frutas, frutos secos y verduras, contribuye a un efecto saciante, siempre que se controle el aporte calórico.
Una alta adherencia al patrón de consumo de la dieta mediterránea se asocia a una reducción en el riesgo de desarrollar deterioro cognitivo leve y en el riesgo de que los pacientes que ya presentan daño cognitivo leve desarrollen enfermedad de Alzheimer.
Hay evidencias sobre el efecto preventivo de la dieta mediterránea frente al cáncer de colon y de mama, pues su incidencia disminuye con el consumo de aceite de oliva y de grasas derivadas del pescado (omega 3), antioxidantes (vitaminas E y C, carotenoides y diversos polifenoles) y fitoesteroles.
Por último, el consumo responsable de pequeñas cantidades de vino aporta polifenoles que pueden tener efectos beneficiosos en el adulto sano.
Consejos para adoptar una correcta alimentación:
Un aspecto que resulta clave pero que no siempre se lleva a cabo tiene que ver con la ingesta calórica de cada persona. Como es lógica, ha de ir en total consonancia con el gasto calórico. Una persona sedentaria tendrá menos necesidades en este aspecto que otra que practique deporte habitualmente.
Según muchos estudios científicos llevados a cabo en este campo, si no se quiere ganar peso, las grasas no deberían superar nunca el 30% de la ingesta total. Además, es fundamental eliminar por completo y de forma gradual las grasas denominadas trans y también las saturadas, optando únicamente por las no saturadas.
Limitar el consumo de azúcar libre a menos del 10% de nuestra ingesta total también es una parte importante de cualquier dieta saludable. De hecho, según la OMS, lo más conveniente es bajarlo incluso por debajo del 5%.
Algo parecido ocurre con la sal. Según los especialistas en el campo de la nutrición, su consumo ha de ser inferior a 5 gramos diarios. ¿Qué se consigue con esto? Principalmente prevenir inconvenientes graves como pueden ser la hipertensión o el riesgo de padecer enfermedades cardíacas o accidentes cerebrovasculares.
Seguir las siguientes pautas:
- Mantén una rutina en tu alimentación. Trata de establecer un horario fijo para las principales comidas y cumplirlo en la medida de lo posible
- No tengas prisa para comer. Hazlo despacio y mastica correctamente todos los alimentos
- Apuesta por las frutas y verduras como protagonistas de tu dieta. Se estima que hay que consumir alrededor de 600 gramos diarios
- Es preferible comprar productos lácteos que sean desnatados o bajos en grasas
- Las grasas no están prohibidas. Solo hay que escoger aquellas saludables, como por ejemplo el aceite de oliva, el pescado azul, el aguacate…
- De hecho, tu dieta ha de contener no menos de 3 raciones semanales de pescado
- En cuanto a las carnes, lo más aconsejable son las de poco aporte graso, como el pollo, pavo o conejo
- Evita en la medida de lo posible los refrescos y bebidas azucaradas
- Complementa tu alimentación con el ejercicio físico 3 o 4 veces a la semana
- Sé constante y evita los remedios milagro. Esa clase de dietas no son recomendables
CONCLUSIÓN
El principal consejo que debemos transmitir en nuestras consultas es el de que una alimentación variada, equilibrada y en cantidad suficiente, en el contexto de un estilo de vida saludable en el que la actividad física y la abstinencia de fumar tengan protagonismo, supone un beneficio para la salud.
La dieta mediterránea, con un incremento del consumo de frutas y verduras, disminución del consumo de carnes, grasas saturadas, grasas trans y azúcares refinados, y moderación en el consumo de sal, constituye el patrón alimentario que en la actualidad está reportando datos de mayores beneficios en salud.
Fuentes:
institutopalacios.com/dietaysalud/
www.elsevier.es/es-revista-medicina-familia-semergen-40-articulo-nutricion-salud-S1138359309728436
www.eolia.es/pautas-alimentacion-sana/
www.eolia.es/relacion-entre-alimentacion-y-salud