Después del verano, con mucho calor, las vacaciones, los horarios más flexibles, el placer de las frutas y hortalizas de esta época del año, llega el otoño.  Estación más fresca y lluviosa, con días más cortos y menos luz. El otoño nos trae la vuelta al colegio de los niños y la rutina de trabajo para los adultos. Con nuevos propósitos, como la buena alimentación y hacer ejercicio. Y también los resfriados y catarros con el frío.
La sociedad actual se caracteriza por un ritmo de vida acelerado (estrés laboral, desórdenes en los horarios, falta de tiempo y mala calidad del sueño). Cuando existen emociones negativas causados por niveles altos de estrés, conlleva a un aumento del consumo de alimentos hipercalóricos y un estilo de vida más sedentario, provocando ciertas patologías como el sobrepeso u obesidad.
El tartar de salmón es un plato sencillo de preparar y que a su vez resulta muy sabroso en el paladar gracias al contraste entre sus ingredientes. A nivel nutricional podemos destacar su alto contenido en ácidos grasos esenciales omega-3 del salmón y grasas monoinsaturadas del aguacate que nos favorecen una óptima salud cardiovascular. 
La vitamina D  es imprescindible para el buen desarrollo de nuestro organismo. Se almacena en el tejido graso y ayuda al cuerpo a asimilar el calcio, que es el mineral más importante para la formación de los huesos.

A nivel clínico, la menopausia se diagnostica cuando una mujer deja de presentar la menstruación debido a la pérdida de la actividad folicular de los ovarios, que típicamente ocurre entre los 45-55 años de edad.

Normalmente, tiene tres fases diferenciadas entre sí:

La falta de sueño provoca fallos de memoria o mal humor, además de ralentizar los procesos cognitivos. Por ello, es importante practicar buenos hábitos que nos aseguren suficientes horas de sueño. Dormir es una necesidad biológica que ayuda al organismo a recuperar energía, realizar determinados procesos y funcionar correctamente. El sueño también guarda una profunda relación con el bienestar emocional y puede llegar a fortalecer el cerebro de cara al futuro.
El 28 de mayo se celebra el Día Nacional de la Nutrición en nuestro país y este año se dedica a eso que lleva dominando nuestra vida durante el último año: la pandemia. Si algo hemos aprendido durante este año es que el cuerpo responde mucho mejor ante las enfermedades si se lleva una dieta equilibrada y variada y se realiza deporte de manera regular. No podemos decir que exista alguna dieta específica para el COVID-19, pero sí podemos hablar de unas pautas saludables a seguir.
La menopausia es la etapa de transición en la vida de la mujer en la que se produce una reducción en la producción de hormonas sexuales, y como consecuencia, de la capacidad reproductiva y que se manifiesta con el cese de la menstruación. Suele producirse entre los 48 y los 55 años aunque puede ocurrir antes de los 40 años, en lo que denominamos menopausia precoz.
Estudios recientes apuntan a que llevar una alimentación vegetariana reduce el riesgo de muerte por enfermedad cardiovascular y se asocia a una disminución de los niveles de presión arterial y del "colesterol malo". Aunque este tipo de dieta puede ser beneficiosa, es importante recordar que también puede motivar carencias nutricionales si la elección y consumo de alimentos no son los adecuados.
  Tras el confinamiento gran parte de la población ha aumentado su peso corporal. Son muchos los pacientes que me comentan en consulta como manteniendo la misma alimentación han podido ganar unos kilos de más. Aún manteniendo la misma alimentación, el simple hecho de haber estado confinados en nuestras casas nos ha podido llevar a coger algunos kilos debido a la escasa actividad física.