Comer alimentos de temporada ayuda a sentirse mejor y más sano para afrontar los cambios físicos propios de la nueva estación
La vuelta de las vacaciones obliga a hacer frente de nuevo al ritmo de vida cotidiano, en general, más acelerado que el de los meses de verano. No es raro que al regresar a la rutina, se sienta cansancio, desgana y síntomas similares a los de un resfriado. Al cuerpo y a la mente les cuesta asumir la vuelta, pero también influye en el estado de ánimo y de salud la cercanía del cambio de estación. Llega el otoño, las lluvias son más frecuentes, bajan las temperaturas y las horas de sol disminuyen. Al mismo tiempo, el retorno a las obligaciones conlleva un mayor desgaste físico y mental, por lo que es necesario que la dieta aporte energía suficiente y nutrientes que depuren el organismo de los excesos veraniegos y refuercen las defensas para afrontar la nueva temporada con menos resfriados, gripes e infecciones.
07 noviembre, 2012