Nuestra piel es el mayor órgano de nuestro cuerpo y cumple un papel esencial en nuestra salud y bienestar general. Pero ¿por qué deberíamos preocuparnos por cuidarla? La respuesta es simple: nuestra piel es nuestro escudo, nuestra defensa contra el mundo exterior y nuestra carta de presentación ante el mismo. Mantenerla en condiciones óptimas no es solo un objetivo estético, sino que es una cuestión de salud, ya que actúa como una barrera para proteger al cuerpo contra posibles agentes ambientales externos dañinos. Y, en esta búsqueda de una piel saludable, la vitamina C emerge como una aliada excepcional, ya que se trata de una sustancia imprescindible para nuestro cuerpo y de un ingrediente clave para prevenir el envejecimiento de la piel. Se trata de uno de los ingredientes más utilizados en la composición de muchos productos cosméticos, ya que contribuye a mejorar el aspecto de la piel. Pero, además de aportarla de forma externa, incluirla a través de nuestra alimentación nos permitirá beneficiarnos de todas sus propiedades.
La “batalla contra el sobrepeso” es la máxima preocupación para muchas personas, pero también estar extremadamente delgado puede provocar problemas de salud. Las grasas tienen una mala reputación por provocar sobrepeso y obesidad. Sin embargo, no todas las grasas son malas.
La desnutrición tiene lugar cuando un cuerpo no obtiene los nutrientes suficientes de los alimentos que consume y son necesarios para funcionar correctamente. Los nutrientes incluyen: grasas, carbohidratos, proteínas, vitaminas y minerales.
Las dietas vegetarianas, y más aún las veganas, pueden conllevar algunas carencias nutricionales, ya que prescinden de alimentos de origen animal que aportan una gran cantidad de proteínas y minerales indispensables para el bienestar de nuestro organismo, en especial la Vitamina B12 , el calcio (en caso de veganos) ,el hierro... Sin embargo, se pueden obtener todos los nutrientes que necesitan si se incluyen en su alimentación una amplia variedad de alimentos de alto valor nutricional. A continuación, mostramos algunos ejemplos de estos grupos de alimentos que no deben faltar en una alimentación vegetariana.

Un buen estado nutricional es necesario para mantener una salud óptima y evitar el desarrollo de enfermedades cuyas manifestaciones en la edad avanzada pueden complicar el envejecimiento fisiológico.

En los últimos años hemos sufrido un gran cambio en nuestros hábitos alimentarios. El aumento de la población urbana ha hecho que los alimentos frescos pasen más tiempo en tránsito desde que se recolectan hasta que llegan a nuestra mesa. Eso, y otros factores como el estrés, o la incorporación de la mujer al trabajo, también ha supuesto un aumento en el consumo de productos prefabricados listos para su consumo. Cada una de las etapas al que se someten los alimentos, tanto en la preparación como en su almacenamiento, produce una pérdida inevitable de vitaminas.

Las vitaminas no responden por igual a los agentes físicos (calor, luz, humedad) y químicos (oxidantes, pH...).

¿Sabes que alimentos como la manzana, la uva, el brócoli o el tomate pueden proteger tu corazón frente a las enfermedades cardiovasculares? En este artículo os vamos a explicar qué son los antioxidantes, dónde podemos encontrarlos y las últimas conclusiones publicadas que los relacionan como protectores de las enfermedades cardiovasculares.

verduras y frutas

El consumo frecuente de vitaminas y antioxidantes se asocia a la prevención de enfermedades cardiovasculares, neurodegenerativas y de varios tumores, de ahí la importancia de tener una alimentación saludable y variada, basada en el consumo de frutas y verduras, ya que la mayoría de estas vitaminas las encontramos en estos alimentos; pero su paso por la cocina hace que pierdan algunas de sus propiedades.

La pérdida de nutrientes comienza ya en el almacenamiento de los alimentos en casa y en la manipulación previa antes del cocinado, ya que en todos estos procesos se merman sus propiedades nutritivas. Veamos los procesos más importantes :

Alimentacion niños

 Los menús contra el calor deben ser variados

Después de meses de colegio, de rutinas establecidas, de hábitos conseguidos, las vacaciones se presentan como el momento de la libertad. Ha llegado el momento de disfrutar, las normas se relajan, hay mayor permisividad... Pero no hay que olvidar que los niños han de mantener unos hábitos alimentarios saludables también durante el verano. Eso sí, hay que adaptar los menús a una época en la que sus necesidades son muy diferentes a las de los meses escolares.