Muchas veces sentimos que vivimos para trabajar o que los problemas nos agobian. Vamos corriendo al trabajo, o del trabajao a por los niños, o pedimos la cena a domicilio porque no hemos comprado. Las preocupaciones no nos dejan dormir bien, nos sentimos presionados, no tenemos tiempo para hacer las cosas que nos gustan…en definitiva, somos presas del estrés. Es probable que tus seres queridos te hayan recomendado un descanso, o que tu mism@ sepas que este ritmo de vida que llevas no es bueno, porque no te encuentras bien, pero ¿cómo hacer para parar y relajarte en medio de la vorágine de los días? Es simple: tómate tu tiempo.
La respiración es una función vital del organismo. Nos conecta con el medio ambiente para ejecutar el intercambio gaseoso que alimenta la vida, a saber, la absorción de oxígeno al inspirar y la expulsión de anhidrido carbónico al espirar. Respiramos constantemente, a razón de unas veinte veces por minuto, nos demos cuenta o no, despiertos o dormidos.