Aunque los pronósticos eran buenos este año para los alérgicos, parece que al final no se han cumplido las previsiones. El problema: los cambios bruscos que hemos tenido de temperaturas. Esto ha provocado que la fase de polinización sea más corta y con ello las alergias más intensas. El estado actual es la fase inicial del calor, uno de los momentos más propensos para sufrir los síntomas: picores, estornudos, mucosidad y mucha molestia.