El caqui (del género Diospyros) es el nombre genérico de varios árboles cultivados por sus frutos llamados caquis (/kaki/). Etimológicamente procede del japonés kaki. La especie de la que se recibe el fruto su nombre es D. kaki, mientras que D. loto y D. virginiana se utilizan como portainjertos de la primera. Son árboles de la familia del ébano (Ebenaceae) de hasta 12 metros de altura, caducifolios y que pueden ser de floración monoica dioica o hermafrodita, en el cultivo suelen utilizar los tipos monoicos y sólo los pies femeninos para evitar a través de la partenocarpia la formación de semillas. El fruto es una baya con el cáliz pegado que puede ser astringente (por la presencia de tanino) y entonces se da una maduración completa en el árbol o no astringentes y de maduración completa después de la cosecha. Tiene la particularidad de que no se puede consumir en el momento de la recolección, ya que necesita un proceso de sobremaduración debido a su aspereza, por lo que se suele tratar antes untándolo con alguna clase de bebida alcohólica fuerte, como el coñac, el aguardiente o la cazalla.