Diversos motivos pueden impulsarnos a tomar la decisión de cambiar nuestra alimentación tradicional por una que consideramos más correcta y saludable. Motivos que van desde temas nutricionales, de salud, ideológicos, modas,  exceso de información que nos puede llevar a confusiones, fuentes sin base científica pero con don de palabra...

Podemos catalogar como estreñido aquel niño que tiene menos de tres movimientos intestinales por semana, cuando tiene problemas para ir de vientre o cuando sus heces son duras, secas o más voluminosas de lo normal. El estreñimiento es uno de los problemas comunes en la población infantil. Según la AEPED (Asociación española de pediatría) el 95% de los casos el estreñimiento infantil es de origen idiopático o funcional, es decir, no hay un único mecanismo responsable del estreñimiento, se debe a más de una causa como pueden ser factores constitucionales, hereditarios, psicológicos o educacionales. Los factores dietéticos también tienen un papel importante, ya que por lo general, el niño con estreñimiento bebe poco líquido y suele tener unos hábitos desequilibrados (alimentación rica en proteínas con escaso consumo de fibra).
¿Cuándo estoy en la menopausia? La menopausia se produce cuando los ovarios de la mujer dejan de producir las hormonas estrógeno y progesterona. Una mujer llega a la menopausia cuando no tiene un período menstrual durante un año, la media de edad está en los 51 años. Pero varios años antes pueden empezar los síntomas y los cambios en un periodo llamado climaterio.
El otoño es temporada de lluvias, vientos y cambios bruscos de temperatura, por lo que es la época perfecta para enfermar. Cuando el clima se enfría, pasas más tiempo en espacios cerrados donde el aire no se recicla. Eso hace que tiendas a estar más cerca de otras personas que podrían albergar los virus que causan el resfriado. Por suerte, hay algunos consejos que puedes llevar a cabo para prevenir los catarros:
Está más que demostrado lo beneficiosa que es la lactancia mediante la leche materna para la salud del bebé. Según la OMS (Organización Mundial de la Salud) la lactancia materna reduce la mortalidad infantil y tiene beneficios sanitarios que llegan hasta la edad adulta. Para el conjunto de la población se recomienda la lactancia materna exclusiva durante los seis primeros meses de vida y a partir de entonces su refuerzo con alimentos complementarios al menos hasta los dos años. Sin embargo, hay muchos mitos erróneos que preocupan mucho a las madres y pueden dar como resultado un abandono temprano de este tipo de alimentación del bebé. En este artículo vamos a desmantelar 10 de los mitos más comunes para que las madres tomen una decisión informada en lo que respecta a la alimentación de su hijo, con el convencimiento de que, desde un punto de vista nutricional, el desarrollo del bebé está garantizado con la lactancia materna y puedan alimentar a sus bebés de la mejor manera posible sin tener ningún miedo.