Nuestra piel es el mayor órgano de nuestro cuerpo y cumple un papel esencial en nuestra salud y bienestar general. Pero ¿por qué deberíamos preocuparnos por cuidarla? La respuesta es simple: nuestra piel es nuestro escudo, nuestra defensa contra el mundo exterior y nuestra carta de presentación ante el mismo. Mantenerla en condiciones óptimas no es solo un objetivo estético, sino que es una cuestión de salud, ya que actúa como una barrera para proteger al cuerpo contra posibles agentes ambientales externos dañinos. Y, en esta búsqueda de una piel saludable, la vitamina C emerge como una aliada excepcional, ya que se trata de una sustancia imprescindible para nuestro cuerpo y de un ingrediente clave para prevenir el envejecimiento de la piel. Se trata de uno de los ingredientes más utilizados en la composición de muchos productos cosméticos, ya que contribuye a mejorar el aspecto de la piel. Pero, además de aportarla de forma externa, incluirla a través de nuestra alimentación nos permitirá beneficiarnos de todas sus propiedades.
El colágeno es la proteína más abundante en el cuerpo, que se encuentra formando parte de todas las estructuras corporales como son la piel, los huesos,  músculos, articulaciones, ligamentos y tendones. Las fibras de colágeno, junto con las elásticas y las reticulares conforman las fibras de la dermis, que a su vez se agrupan y son las responsables de la elasticidad y resistencia de la piel. 
  Hoy comemos.... calabacínEl calabacín,  está compuesto de un 95% de agua. Este alimento no tiene ningún contenido calórico, por este motivo es altamente benéfico para el organismo. 100 g, de calabacín sólo aportan 15 g, de calorías y tienen gran cantidad de minerales y oligoelementos, también contiene fósforo, potasio, magnesio y calcio. Entre los beneficios más importantes del calabacín encontramos que este producto alimenticio contiene todo lo necesario para proteger el sistema cardiovascular. El calabacín  aporta, además, gran cantidad de vitaminas excelentes para la buena salud y apariencia de la piel.  No se debe pelar.

Cerebro

Nuestro organismo controla la hidratación de manera muy eficaz. Tenemos un conjunto de sensores que ayudan a controlar nuestro nivel de hidratación. La pérdida de líquidos dispara una catarata de señales que alertan al centro de la sed que está ubicado en nuestro cerebro. Este nos obliga a beber.

  verduras-l Son alimentos frescos que nos aportan importantes cantidades de vitaminas y sales minerales, elementos que juegan un papel primordial en funciones tan importantes como el mantenimiento de la presión arterial y el buen funcionamiento de las células de los tejidos.
Nutrientes como los minerales, las vitaminas y los antioxidantes son muy importantes para mantener el cuidado de la piel durante el período de mayor exposición solar. La ingesta de vitaminas del grupo A, C y E, así como el selenio y el zinc impedirán el efecto nocivo y oxidante de los rayos UVA.
La alimentación influye directamente sobre la belleza. Para tener una piel tersa, joven y radiante, es necesario comer sanamente. Para tener una piel sana, joven y radiante no alcanza con utilizar productos químicos o limpiar el cutis a diario. También es importante que cuidemos nuestra piel a través de la alimentación.
Mascarilla para antes de tomar el sol: Se pelan las zanahorias, las rayas muy fino, haces zumo de naranja y mezclas los dos ingredientes con la miel. Dejas esta crema en la piel por 30 minutos y retiras con agua tibia.    
El FP, IP y SPF son el índice o factor de protección cuyo número indica el tiempo que puede exponerse la piel protegida sin quemarse frente a la radiación ultravioleta.
Por ejemplo, una persona de piel clara que normalmente empieza a quemarse después de 10 minutos al sol, tardaría 15 veces ese tiempo con un SPF 15 (150 minutos o 2.5 horas).
[caption id="attachment_4430" align="alignleft" width="113"] El pepino o Cucumis sativus[/caption]

Sus propiedades lo convierten en uno de los vegetales estrella del verano: rico en agua, bajo en calorías y una ayuda para combatir la retención de líquidos, más habitual en estos meses de calor.

Compañero indispensable de ensaladas, protagonista de cremas o ingrediente imprescindible en la preparación del gazpacho andaluz, el pepino es una hortaliza muy apreciada en nuestra cocina, sobre todo en los meses de más calor. Pertenece a la misma familia que el melón y la sandía y sus proepiedades refrescantes lo convierten en un alimento obligado en los menús estivales.