12 Mar ¿Cómo sé si tengo hambre de verdad, si necesito comer o es puro capricho?
A veces nos cuesta distinguir. Vamos a imaginarnos una escala del hambre de 1 al 5, en la que vamos de no tener hambre, estar bien; pasamos por tener hambre de verdad, hambre física; y llegamos al extremo de tener ganas de comer, ansiedad por comer, capricho.
En la posición 1 de la escala, estás tranquilo, no tienes síntomas físicos de apetito, por lo tanto no comerías, pero…..tal vez estás un poco aburrido, o te acabas de pelear con alguien, o te sientes solo y decides comer!!!. Cuidado, porque si comes cuando estás en los niveles 1 o 2 estás alimentando una necesidad emocional, no física. En los nivels 1 y 2 no hay hambre, lo que hay son carencias emocionales, como pereza, aburrimiento, miedo, soledad… piensa qué áreas de tu vida no están funcionando, porque en estos niveles, si comes, es porque te estás consolando con la comida.
Ahora estamos en el nivel 3,¿cómo te encuentras?, ya sientes como te ruge la tripa y tienes un poco de cansancio físico, pero es que llevas varias horas sin comer. Te vendría bien comer algo. En el nivel 3 el hipotálamo avisa a tu cerebro a través de los neurotransmisores de que necesitas comer y empiezas a notar los síntomas físicos: te ruge la tripa porque los intestinos se mueven, pero sólo te queda aire y notas un pequeño bajón físico, un leve cansancio. Aquí hay que comer. Por cierto, recuerda que lo mejor es hacer 5 comidas al día, así distribuimos el hambre y las ganas de comer durante todo el día!!!
Pero si te descuidas, y pasas al nivel 4 sin comer y no has hecho caso de las señales del nivel 3, en el siguiente probablemente te haya bajado el azúcar y la serotonina, lo cual te puede poner un poco irritable y descoordinado.
Una vez alcanzado en nivel 5 ¡has entrado en fase de alerta! Ahora estás tan cansado que ya no controlas tu apetito, comerás sin masticar bien y no estarás tan atento cuando el cerebro le dé la señal a tu cuerpo de que hay que parar, de que es suficiente comida.
¡Que desastre! ¿Qué puedo hacer? Cuídate a diario, lleva una vida sana y alegre, adquiere y manten unos hábitos alimentarios adecuados y practica alguna actividad física con frecuencia. Es muy importante asociar palabras y sentimientos positivos a los ratos que dedicas a cuidarte («este ratito me lo dedico a mí, esto es lo que yo hago para cuidarme»). Por encima de todo, recuerda cuidar el cuerpo que tienes, porque cada persona es un pequeño milagro de la naturaleza, y eso hay que celebrarlo cada día. No lo dejes para mañana, sé feliz!
Empieza ya a vivir la vida que quieres vivir!
¡Abrázate al método novaLine!