
29 May Gastritis, consejos y recomendaciones nutricionales
La gastritis es una inflamación aguda o crónica de la mucosa del estómago. Las formas agudas son las más frecuentes y se deben principalmente a infecciones, agentes irritantes o estrés. Esta inflamación hace que disminuyan los mecanismos de defensa de la mucosa gástrica y se incremente por tanto las secreciones ácidas.
En la mayoría de las personas los síntomas pueden remitir con unos hábitos alimentarios saludables, aunque si no se toman precauciones pueden complicarse y dar lugar a la aparición de úlceras.
Síntomas y causas:
No todas las personas que presentan gastritis pueden sufrir síntomas, pero cuando aparecen, los más frecuentes son ardores, náuseas o vómitos y sensación de pesadez en la parte superior del abdomen tras la ingesta de comida.
Las principales causas de la gastritis son:
- Infección bacteriana por Helicobacter pylori. Esta bacteria gram negativa tiene una potente actividad ureasa, esencial para la colonización y supervivencia en el estómago. Aumenta la liberación de gastrina, produciendo una hipersecreción ácida, y por tanto originando la inflamación. Aún así, la vulnerabilidad a dicha bacteria es muy variable de una persona a otra, por lo que influyen otros factores como lo genéticos, tabaquismo y alimentación.
- Medicamentos. El uso frecuente de antiinflamatorios lesionan la mucosa, disminuyendo la síntesis de prostaglandinas, lo que altera la defensa y reparación de la mucosa del estómago.
- Tabaquismo y consumo excesivo de alcohol. Ambos pueden irritar y corroer el revestimiento estomacal, lo que hace que el estómago se vuelva más vulnerable a los jugos gástricos. Se sabe que la úlcera es más frecuente en fumadores y el tabaco dificulta la cicatrización, lo cual favorece las complicaciones.
- Otros factores como los hereditarios (gastritis autoinmunitaria) o consecuencia de otras enfermedades (infecciones parasitarias, colon irritable, intolerancias alimentarias…..).
CONSEJOS Y RECOMENDACIONES NUTRICIONALES
- Llevar una alimentación lo más variada posible y equilibrada.
- Comer despacio, tranquilo y masticando bien los alimentos.
- Restringir el consumo de café, té, bebidas con gas, alcohol y zumos cítricos.
- Evitar los alimentos muy condimentados.
- Evitar las frutas ácidas y poco maduras.
- Disminuir el consumo de lácteos enteros, y de verduras que puedan provocar gases como el brócoli, pimientos o coliflor.
- Evitar el consumo de carnes ricas en grasas y embutidos como el chorizo y el salchichón.
- No hacer comidas copiosas. Se recomienda hacer de 3 a 5 comidas al día, pero en pequeño volumen y masticando despacio.
- Es preferible consumir los alimentos en forma de purés o batidos cuando existan más molestias, y cocinarlos con métodos sencillos como plancha u horno.
- Evitar el estrés y dormir de 7 a 8 horas al día.
BIBLIOGRAFÍA