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El peligro de los alimentos ultraprocesados

Siempre hablamos de la importancia de llevar una alimentación sana y equilibrada, acompañada de buenos hábitos en cuanto a ejercicio y estilo de vida, pero hoy voy a hablar de los riesgos de una costumbre en alza: la comida ultraprocesada, y los esfuerzos que se llevan a cabo desde distintos frentes para que la sociedad tome conciencia y elija en consecuencia.

Evidencias
El consumo habitual de alimentos ultraprocesados es un riesgo para la salud. Un estudio reciente publicado en The British Medical Journal (1) reveló que comer estos alimentos más de cuatro veces al día puede aumentar las probabilidades de morir de cáncer o de enfermedades cardiovasculares en un 62%.
Un estudio internacional publicado en The Lancet (2) relaciona alimentación con mortalidad. La carencia o el exceso de algunos nutrientes en la alimentación en todo el mundo se asocian con casos de mortalidad en adultos. Una de cada cinco personas muere debido a una alimentación inadecuada. Esta asociación se debe en gran parte a las enfermedades más comunes que contribuyen a la mortalidad (diabetes, hipertensión, enfermedades cardiovasculares…), y la relación de éstas con la alimentación (exceso de azúcares y grasas saturadas, deficiencia de grasas insaturadas y cereales integrales…).
El Colegio Oficial de Dietistas y Nutricionistas de la Comunidad Valenciana (3) destaca que el 19,8% de los españoles padece alguna enfermedad relacionada con la alimentación, como hipertensión, colesterol alto o diabetes.
Para seguir mostrando evidencias, un reciente estudio publicado en la revista The American Journal of Clinical Nutrition realizado entre otros por Martín Laclaustra (4) aquí en España, ha demostrado que los ancianos con un mayor consumo de azúcares añadidos en su dieta, tienen más riesgo de fragilidad ósea.

Pero, ¿qué son los alimentos procesados y ultraprocesados?
Cuando se habla de alimentos procesados se hace referencia a aquellos que no están en su estado natural, han sufrido algún tipo de proceso industrial o transformación, y no por ello deben ser perjudiciales para la salud. Se les puede haber añadido uno o más ingredientes para mejorar su palatabilidad o su tiempo de conservación y derivan directamente de alimentos, por ejemplo una barra de pan, atún en aceite, verduras en conserva… El problema viene con los conocidos como alimentos ultraprocesados, que han sufrido varias transformaciones industriales y a los que se les han añadido distintos ingredientes considerados no tan saludables, o por lo menos en las cantidades presentadas y con ciertas combinaciones dadas. Son saborizantes, endulzantes, estabilizadores, colorantes… La característica principal de esos alimentos ultraprocesados es su pobre valor nutricional, con un alto aporte de energía debido en gran parte a azúcares, sales y grasas.
El hecho es que este tipo de alimentos son muy cómodos, los compras un día y los tienes ahí en la despensa para cuando llegas tarde, o los puedes pedir por una app, el tipo de vida que llevamos, que cada vez encontramos más cantidad y variedad en los súper, el bombardeo a veces agresivo de publicidad, descuentos, promociones de grandes empresas, son solo excusas que nos ponemos y que debemos evitar.
En relación a esto último, hay un interesante artículo (5) sobre los anuncios en TV en el que se concluye que la publicidad de los alimentos procesados y ultraprocesados en la televisión en España, presenta una calidad nutricional general mejorable, especialmente en un canal infantil, lo que aconseja adoptar políticas más eficaces que limiten la exposición de los niños a los anuncios de productos poco saludables.

El excesivo consumo de alimentos ultraprocesados esta asociado con las enfermedades crónicas no transmisibles relacionadas con la alimentacion (cardiovasculares, sobrepeso, obesidad, ciertos tipos de cáncer y algunas degenerativas). Para evitarlo, una de las tareas principales es que los consumidores tengan conciencia sobre los riesgos que implica consumir este tipo de productos y lo que acarrea para la salud. Es primoridal que las personas se informen y cambien sus hábitos de alimentarse. Esto va a obligar a las empresas a buscar alternativas saludables para cambiar la forma actual de elaborar sus productos. Es una responsalibad compartida entre ciudadanía, instituciones de control e industria.
En ese sentido, el Gobierno Español ha promovido a principios de año un acuerdo entre empresas del sector alimentario para que se comprometan a reducir el azúcar, la sal y las grasas saturadas de los alimentos industrializados en un 10% (6).
A nivel educativo también existen distintas campañas encaminadas a educar en alimentación saludable y en fomentar el ejercicio y disminuir el sedentarismo.

¡Juntos lo haremos posible!

 

Fuentes:

(1) Martinez-González M., 2019: Ultra-processed food intake and risk of cardiovascular disease: prospective cohort study. Blog Funiber.
(2) Health effects os dietary risks in 195 cuntries, 1190-2017: a systematic analysis for the Global Burden os Disease Study 2017
(3)CODiNuCoVa 23 abril 2019
(4) Laclau M, 2018: Prospective association bertween added sugars and frailty in older adults Am J Clin Nutr 2018; 107:772-9. DOI: 10.1093/ajcn/nqy028.
(5)Morales Rodriguez FA, Berdonces Gago a, Guerrero Anarte I, Pañalver Moreno JP, Pérez Ramos L, Latorre-Moratalla ML. Evaluación de los anuncios procesados y ultraprocesados en la televisión en España, aplicando el modelo de Semáforo Nutricional de Reino Unido. Rev Esp Nutr Hum Diet 2017; 21(3): 221-9. DOI: 10.14306/renhyd.21.3.348.
(6) Fuente: Sanidad e Industria acuerdan reducir un 10% azúcares,, sal y grasas de los alimentos.
(7) Martinez-Rodriguez R, Baladia E. Modificar el estilo de vida para mejorar la salud de los escolares:¿qué aporta la Revista de Nutrición Humana y Dietética en este campo? Rev Esp Nutr Hum Diet. 2019; 23(1): 1-3. DOI: 10.14306/renhyd23.1.789

Isabel Cebrian
i.cebrian@novadiet.es